Historia.
Verla de lejos, aprenderla, entenderla, aplicarla.
Viajar por ella? Por que no? Quien no le tiene miedo a su pasado?.
Libros, revistas, museos, piedras, esculturas y heridas en el corazón.
Un momento, una vida. Nada fuera de lo común. De un instante a otro, ahí esta.
Pronto será discutida y analizada.
Cada paso, cada movimiento. Todo es vigilado. En todos lados hay ojos dispuestos a ver tus huellas.
Mi bitácora podría ser un objeto valioso, que tal mi diario, pronto mis secretos podrían ser revelados al mundo.
Serviría de algo, que otro viajero lea mis apuntes. Yo no he leído alguno y aquí sigo.
El camino es adelante, que sentido tendría ver atrás?
Tal vez eso es lo que ha fallado.
Parlamentos, discursos, monólogos.
Las palabras cobran un significado distinto después de un tiempo
El reloj va disolviendo los logros.
El tiempo no puede guardar mucho tiempo las hazañas.
El escenario esta puesto para plasmar tus pasos, solo se necesita alguien que las descifre.
Tal vez un actor que pueda recrear tus obras a la perfección.
Un filósofo desbarataría todo en axiomas, teoremas, silogismos.
El bufón de la corte, se asemeja mucho a ti, siempre viviendo en una farsa. Una buena idea, si alguien lo tomará en cuenta.
Entonces quien? Tu mismo. No, nadie quiere escuchar la historia de la mano del vencido.
El camino es muy largo ya habrá alguien que se interese.
Tendrá que ser alguien, cauto, paciente a que suceda algo, lo cual no ocurre muy a menudo, con un toque de magia, al fin y al cabo a todos les gusta las leyendas y los mitos.
Tal vez en eso acabe el viaje: en un mito.
El mito del viajero. Algo que nunca existió, algo que nunca pudo ser verdad.
Momentos místicos, personajes ficticios, todo una invención.
Nadie lo sabrá, pero todos lo recordaran, esa puede ser mi historia.
Será historia al fin y al cabo.
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