De noche me persigue tu rostro, No puedo dejar de pensar en ti, Eres el fantasma incorpóreo Que sólo se aparece ante mí. Es mi corazón el que te llama Porque necesita tu ayuda, Una gran herida lo tortura Y sólo tú conoces la cura. Sin embargo ya no puedes venir Amorosamente a curarlo, Te fuiste bastante tiempo atrás Y nunca nada podrá cambiarlo. Todo sería mucho más fácil Si estuvieras aquí, a mi lado, Así quizá podría yo decirte Lo mucho que te he amado.
Texto agregado el 26-12-2007, y leído por 98 visitantes. (2 votos)