Trabajador,
si es verdad
que Cristo llegó al cielo descalzo,
que Mahoma llegó con mercado y mujeres,
que a Osiris lo aplaudían pétalos y chacales,
que Brahma resumía los átomos del todo y de la nada
y que el fuego dormía, dulce y obediente
bajo los pies de Zeus,
que te den su trono y te bendigan.
Si es mentira que existen
que te bendiga el viento,
y si existen y niegan la bendición y el trono,
entonces lo hará el mar junto a nosotros.
Si el sucio de tus manos y cabellos,
los poros tapados en tu piel
no dejan entrar
la bendición marina, el trono humano,
nuestros coros y marchas
barrerán las manchas de tus siglos,
y tú serás el dios que hizo las cosas,
serás el Aladino de la lámpara.
Y si los viejos dioses creaban con palabras,
tú crearás con gestos y silencios.
Hablarás con tus brazos.
Dirás "Hágase el trigo", apretando el arado,
dirás "Hágase el pan" manipulando máquinas,
y habrá universo entonces. |