Enseguida subí hacia el techo, un resplandor inesperado me cultivó, eran unas cosas extrañas, finas como una rosa, delicadas como la seda, hermosas como el mar, era una cosa tan bellísima que uno queda asombrado al ver tales cosas.
Me miraron fijamente llevándome a un lugar más hermoso todavía, no dije palabra alguna, tenía miedo, pero me sentía agusto; que delicadeza para tomar mis manos, que alas tan perfectas, tan decoradas.
Enseguida tomaron una bella flor, un clavel. sacaron sus pétalos y los convirtieron en cenizas y lo pasaron por mi cara:
-¡Dios, que olor tan rico!- dije cerrando los ojos
-Vuela, saca tus alas, acmpáñanos- dijo una de esas bellas mujeres con un tono muy cariñoso- ¿estás lista mi pequeña mariposa?- dijo muy contenta.
-¿A...a...las?-dije temerosa-¿Qué quieren?
-OH mi niñita, no temas soy tu mamá- dijo muy contenta-¿no te acuerdas?
Estuvimos en silencio durante unos segundos pero respondí:
-Mamá, ¿quieres que ya no sea de carne y hueso, quieres que muera?- dijo muy extrañada
-No, claro que no hijita, yo he muerto pero, ahora estoy contigo convertida en un ángel, una mariposa, Dios te ha visto y me ha dejado estar contigo hoy...¿te gustaría?-
No respondí nada solo la abracé, y saqué mis alas y fuimos a visitar a gente, mi padre con su nueva esposa, juntos, pero veo que mi a madre será la única que amará más...
Visitamos varias cosas, bien hermosas, hasta que le pregunté:
-Mamá, ¿el conejo de pascua, el viejito pascuero, el raton de los dientes... existe?
se quedó callada un rato y dijo:
-la magia está en creer-
no entendí lo que dijo, pero derrepente siento que mi madre me toma en brazos y me dice:
-ya no hay tiempo, debes regresar, te esperaré otro día... Adiós hijita, te quiero mucho-
Desperté en mi habitación vi mis alas y no estaban, despertando la mañana dije:
-claro, ya sé lo que dijo mi mamá, ya lo entendí, la magia está en uno, uno la crea, la imagina, es hermoso creer, y si uno cree es realidad, y si yo creo que tengo alas... si, las tengo!
En este momento salté y mis alas se elevaron.
Comprendí que uno hace la magia, no la magia a uno y que todos somos bellos por dentro, y tenemos las alas ocultas...
Yo en este momento LO CREO |