Nunca me cansare de repetir que sin la compañia de dios con su cielo nada seria.
Primeramente que cuando escribo soy otra persona, pero mas que nada por el "elegido trazo".
He probado grabar mis extensas charlas con las que practico ensayando, y mas luego transcribirlas, pero no me interesa demasiado eso otro trazo posible, pues a nivel conciente tampoco tengo tanto tanto que decir.
Me concidero un fruto maduro en trancito a quedar sin una gota de jugo,
entonces no me interesa atribuirme,
asi con los sesos a medio cocinar como los tengo,
el merito de haber desarrollado una idea en gestacion hasta hacerla un monumento,
sino mas bien la de haber improvisado en buenos terminos, con unicamene talento,
y como consecuencia lograr intuir parlamentos piolas, con la lucides de la inspiracion del momento.
Yo no soy nadie como para ser tomada como un ejemplo a seguir, pero lucho para escribir bien y deseo contajear si puedo con vida saludable.
Si decido que el protagonista debe perecer, injustamente aplastado por una grua sin sencibilidad, o como sea ¿quien podra saber que lo podria haber hecho de otra manera mejor?
Nadie actuara por mi sin ese personaje.
Entonces no me aflijo de tener que decidir sobre la marcha el destino del relato,
por el contrario siento que eso es mas saludable que programar un fraude.
De todas maneras me reservo el derecho de admitir lo que fabrico. Casi siempre lo que permanese en linea es porque me interesa;
aunque en efecto alguna minima idea apriori nunca falta. Tengo la certesa de que estoy vacia y poca cosa escondo en la mente,
y se perfectamente que o bien puedo tocar el cielo con mi arte, o nada,
simplemente no levanto mas vuelo que una gallina clueca.
Todo esto venia a cuento,
porque defiendo al personaje que sale de la forma. Concidero que si hay alguien valioso en cada entrega es ese personaje que habla por mi,
y que solo necesita de la oportunidad de estar frente a la computadora para comensar a decir.
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