Hola, hermosa criatura del averno,
Puedes venir hacia mí,
Dime cómo es el castigo eterno,
Dime cómo vivir sin sentir.
Adiós, preciosa creación divina
Nunca te olvides de mi persona,
Ven a consolar mi llanto,
Ten misericordia de mi alma.
Acércate, dulce niña adorada,
Aleja el llanto de mi corazón.
Déjame susurrarte lo bello de la vida,
Susurrarte lo dulce que es el dolor.
Tócame, juez de los mortales,
Corrígeme si estoy equivocado.
Llévate la agonía que he cargado,
Castígame si algo me ha faltado.
Pídeme, compañero de mi alma,
Consejos que nunca seguirás,
Regálame un poco de felicidad,
Dame lo que nunca necesitarás.
A pesar de todos, a pesar de mí,
La vida es corta, la muerte es débil
El tiempo se acaba, el destino continua,
Mis fuerzas desaparecen, mi alma renueva.
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