Le dicen tímida, triste, llorona y de más,
La leo, la imagino, y de vez en cuando la sueño, y en todas esas formas no veo más que un sol penoso de salir a jugar con la luna de la vida;
Me imagino a Plutón diciendo no quiero girar, este año no quiero girar, y creo que es ella diciendo hoy no me quiero levantar;
Después la leo diciendo hoy hice algo distinto, hoy me hiciste llorar; y yo, yo rio y después sufro, sufro, no por haberle hecho llorar, sino por no poder estar ahí para abrazarla y decirle, “no os preocupéis, todo ha de ser mejor mañana, toma esta pomada de la campana, unta dos dedos en la cara y verás que todo al amanecer no estará”.
Le dicen triste, tímida, y se han atrevido a mentirle( no sé quién)… ; yo le digo “guapa”, merecido lo tiene y reto a que alguien lo contradiga, ella es guapa en todos los aspectos que he conocido, es romántica de closet, y de estilo en extinción, es receta de un chef que jamás pudo compartir, es trofeo de aquellos que jamás han de buscar reconocimiento, es sol y luna en un día de supernova, es simplemente la mujer que ha de buscar y que jamás hemos de hallar, pero como se les puede llegar a amar, es todo a la vuelta de la incertidumbre y es la amiga, que todos deberían tener a la contra esquina de la penumbra; es ella y simplemente ella y por eso es que lo digo a pulmón abierto y lleno de orgullo, que la quiero, sin preámbulos, sin contacto, y sin límites, la quiero.
Edgar Andrés Sotelo López
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