mi invencible diamante corroído por los cristales incoloros hechos por su alter ego de fénix, desprende las caricias de fuego aún con los guantes de magma, obtenidos en las pirámides octagonales. reyes del mar épico, cabalgando con el metrónomo de mercurio. tocados y vestidos con cabello de unicornios, cerca del nacimiento de un rojillo.

las mañanas tocan el contrabajo con el hilo dental de sus hijas. prerepresentaciones en el final de la escritura vulgar, sobre las exhibiciones de cirrosis en la nueva etapa de pulsiones del tánatos. navegaban juntos en las profundidades de la asociación libre; descalzos sobre truenos en la suavidad de millones de células gélidas usadas en granadas. víctimas del muérdago collarín, en la neopromiscuidad de un convicto mental.

periódicos en pentagramas dueleando en un portón cerrado. puertas tenebrosas en las laberínticas inscripciones corporales, descosen sus pecados en el rol por la ciudad prostituta; rasgueando sexo con cuerdas y semillas mágicas amarillas.
contaminado por las migrañas esquizofrénicas, marchó consciente con parásitos en el vientre, finalmente torturando las sencillas prohibiciones de mamá.

¡Más municiones!. ¡Más municiones!. Un disco rayado en la penumbra de un cadáver se encuentra discutiendo con hades. ¡Más municiones!. ¡Más municiones!.

el coliseo aclama por los acústicos guerreros... la sombra perfecta oscura del palomillo aparece primero en la ruta miligrámica entre los mayas y las geishas: el camisón negro, las uñas viudas, y la piel luto. después del platillo sobrio, la escena se ilumina con la psicosis del espejo multicolor.
el viento comienza a titubear...
las olas regresan a los brazos de poseidón...
la psique se destruye por sobredosis de sadomasoquismo...

los flashes que anuncian la despedida de las cenizas, riegan ácidos sobre el gis vestigio atento de los terremotos fúnebres en la arena destino. la imagen menos perturbada retoma las pastillas y fragmenta el cordón de plata junto a los desperdicios de un invierno de brujas. la mano infantil ausente de calor compartido, se autodestruye paulatinamente con la escisión de un vaho amor..