Algunos humanos viven como si nada los diferenciase de su propio cadáver. Ignoran que existe algo que los diferencia de su propio cadáver. Ignoran que eso que los diferencia de su propio cadáver es una cosa versátil, plástica, que puede desarrollarse hasta casi el infinito. Basta con darse cuenta de ello y vivir para ello, para la nutrición total de aquello que los diferencia de su propio cadáver.

Aquello que diferencia a todo ser viviente de su propio cadáver no es cuerpo, no parece ser materia y, es algo que no se ve... que existe pero no se ve. Pero, indudablemente, es algo. Ese algo que es indudable pero que no se ve es cualquier cosa menos un objeto, lo sospechamos cuando nos damos cuenta de que no somos objetos (únicamente). Única mente, es ello, precisamente, lo que nos diferencia de nuestro propio cadáver. Pero eso que es mente no sólo puede ser algo llamado "mente", de alguna manera debe ser capaz de ser percibido, no solamente intuido, inferido o sospechado. Si nosotros los humanos, o más bien, si nosotros algunos los humanos no somos capaces de percibirlo, quizás algunos otros seres sí, pero quizás tales seres no sean humanos o se hayan entrenado en ser demasiado, tanto así que dejaron de serlo, porque esa es una de las posibilidades de aquello que nos diferencia de nuestro propio cadáver... repito: es algo plástico. Difícil es creer que la mente es algo plástico, porque para serlo amerita primeramente ser materia, estar constituída de algo, pero, y vuelvo a usar la frase, vuelvo a repetir: sólo los seres que han dejado de ser humanos o que no son humanos (son distintos y se conocen y muy bien) son capaces de percibir la mente como materia, el ser humano no.

Cuando uso el término "plástico" no me refiiero a la constitución molecular específica de los objetos a los cuales llamamos "plástico" me refiero a la particularidad de transformarse en cualquier cosa, a su posibilidad de transformación.

Ignoramos de qué están constituidos los vapores de Marte. Al escribir "Ignoramos" estoy intentando ser complaciente, generoso, cómplice con la ignorancia humana, generoso, pues.

Son logros supremos debido a la obra de Dios. Que algunos sean capaces de descender y tomar forma humana y otros puedan subir y bailar libremente como lo hacen los gases es un verdadero milagro sólo obra de Dios (y de sus secuaces).

Te escribí esto, para que me creas, para tu comprensión, para que te atrevas a explotar tu posibilidad de serte, sin pecado, porque sólo lo contrario lo es..., sólo porque creo amarte.