- Hoy es un día de tantos, en los que la ventana, viéndose sucia, respira sus propias imágenes. Colores que desafían la nitidez de la limpieza, estampas de santos y mártires en las paredes de cualquier fachada.
En la ventana se descubren fotografías gastadas por el inevitable paso de los años. Borrosos colores beige y sepia se combinan en su interior para definir opacas formas. Cada forma es un recuerdo.
Los recuerdos pueden ser bonitos o terroríficos, pero siempre son borrosos.
¿Qué hay detrás de la ventana? -¡A tantos de nosotros nos gustaría abrirla y descubrir su interior desde dentro...! La ventana es nuestra, cada uno podemos imaginar y recordar las fotografías de que dispone...

- Sólo somos piedra, una piedra esculpida por el tiempo, una estatua de carne moldeada y refinada que espera derrumbarse por la constante erosión que en la piel produce el tiempo.
El tiempo también nos perfecciona. Y la soledad.

- Hoy es uno de esos días en que los árboles, marionetas del viento y de la lluvia, viven en el movimiento de sus brazos. Las mil hojas de los álamos esculpen una lluvia de dos colores y alegría, y hablan, cantan el sonido reventado del viento entre sus nervios.
Firmes en la tierra, bailan juntos al compás imperfecto de los caprichos del aire. Miran a nuestros ojos, sólo un instante, para castigarnos por destrozar lo único divino; por creernos dioses comprendedores.
(También marionetas somos, sólo que creemos que el control sobre nuestros propios hilos es nuestro. Libres nos concebimos, sin siquiera concebir en sí la libertad. Mientras hilos nos aten la mente, marionetas seremos, y si queremos ser libres, no debemos tomar los hilos y manejarlos, sino cortarlos...
21-3-00