Vampiro ven a morder mis entrañas macabras
y a devorar mi interior eterno...
Deja tu saliva clavada en mi cuello
y tu puñal en mi vientre etéreo...

Observa mi perfume en tu piel en las noches de luna llena
mientras tu muerte se acerca a la mía,
mientras sigo el camino sin retorno por donde no irás conmigo...

Vampiro infiel amante de una concubina destrozada en la guerra de los sin nombre,
amante absurdo de un silencio sin regreso,
de un despertar sin sueños,
de un horizonte con colores más que los de tus negros ojos y tu blanca piel...

Estoy dentro del sol observando ese puente sin final,
etéreo de luz y sombra,
cobijo de mi amargura sombría de las noches donde no estás.

Vampiro sin nombre y sin pasado,
inmortal de mis sueños,
olvido de mi existencia prematura,
a veces te anhelo tanto que no puedo respirar sin tocar el cielo,
a veces te deseo tanto que no puedo evitar encontrarte en mis sábanas noche a noche.

Hay veces que mis entrañas están con tu sudor,
hay noches que ya son días
y días que nunca serán noches
porque tú has sido mi inspiración desde que era una niña.

Aún no conozco completamente tu rostro,
pero te he visto en miles de hombres que han pasado por mis pliegues sin amanecer.

Te he vivido miles de veces en distintos cuerpos mundanos,
has hecho de mí una cometa perdida en la tormenta,
no me digas por donde debo ir esta noche
porque sólo deseo amanecer contigo y sin ti por siempre.

Nunca podré ver mi muerte como una tempestad
sino como un pequeño placer culpable de lo que siempre he soñado,
ya no hay caminos entre tu y yo…
No hay quimeras ni manantiales,
sólo ilusiones perdidas en este puente etéreo donde oculté mi alma para que pudieras encontrarla a pesar de la distancia.

No llores mientras amanece,
sólo lame mi sangre en tus manos
y límpiate el rostro de mi placer sin dolor,
a veces no hay otro camino que éste,
a veces no hay más señales que las mías en la oscuridad,
pido a gritos que le lleves mi último aliento como ofrenda a los dioses
que no me han visto nacer sin pedir más dolor cada vez.

La lluvia golpea tus cabellos y los hace cada instante más perfectos
y no puedo pedir más que sentirte una vez más,
no hay camino en la soledad más que este puerto añejo que lleva las historias de nuestras vidas perdidas en la edad pasada…

Escucho a las tinieblas regresarte a tu resguardo,
no quiero que te vayas!
No abandones mi alma,
y sólo hazme llorar, sin perderte…
Es lo único que pido…nunca más…

Puedo bailar entre tus dedos para siempre
y mirar el horizonte
mientras te alejas entre la eternidad y el suplicio de verme correr tras de ti,
elegí ser tu amante y abrir esas puertas que el tiempo cerró sin explicación,
mi espíritu no ha vuelto a construir paredes de colores,
no puedo decirte más,
el final se acerca sólo a ti…

Te he buscado miles de veces en las murallas de mi habitación sometida,
bruja soy en la quietud de tu cuerpo
y serpiente en la multitud de tus ojos,
enlazada en tu vientre como pañuelo anguloso está mi constancia…
Perfecta dominatriz de tu espacio olvidado…

Alrededor de lo que puedes ver hay más que lo que puedo dar en un suspiro,
no me dejes escapar…

El puñal de tus dientes en mi garganta me deja visualizar lo que está debajo de las nubes
y reformar el castillo de sangre entre tu ausencia y mi presencia…

Mira abajo,
observa el momento,
toma mi mano y llévame contigo por única vez…

Ya no puedo salvarme de vivir,
no puedo salvar mi alma de crucificarse en la agonía de cada día…
Puente etéreo de mi soledad corrompe a mi vampiro amante infiel
y déjalo en mi puerta una vez más…




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