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El fantasma del Vagón
Esa noche el frío parecí calar los huesos. Ricardo salió rápidamente de la facultad de sociales con dirección a la calle Córdoba para tomar el
Subterráneo hasta la estación Palermo. donde vivía en un departamento. Siempre cumplía la misma rutina, en la municipalidad de la calle Irigoyen en donde lo había hecho entrar un amigo del padre que pertenecía al peronismo y había apoyado a Campora para llegar al gobierno.
Pero esos eran otros tiempos. Ahora estaban los milicos y todo había cambiado. mucho compañeros suyos habían desaparecido.
Continuó caminando, hasta la plaza, entró en la boca del subterráneo y sacó un cospel y esperó sentado en uno de los bancos de la estación la llegada del tren. Por suerte se pudo sentar comenzó a leer Bomarzo. Como siempre perdió la noción del tiempo .y se compenetró con la historia de la novela en donde el personaje invoca a Satanás: .. Emperador lucifer señor de los espíritus rebeldes te ruego que me seas favorable mientras convoco a tu ministro el gran Lucifero Rofocale Oh gran Lucifago te ruego que dejes tu morada, dondequiera se encuentre y que vengas hablar conmigo Si te niegas a venir te obligare por la fuerza del dios viviente, del hijo y del espíritu "Pensó en cometer la locura de ponerlo a la práctica. Quería pedirle a Satanás por una vida mejor que la que estaba viviendo. Pensando en esto casi se pasa de estación y tuvo que bajarse rápidamente ante lo que a el le pareció ver la sonrisa siniestra de una pasajera ante su distracción. Salió nuevamente a la calle. Cruzó por Libertador y caminó un par de cuadras hasta su departamento que alquilaba desde que había llegado de su pueblo. Luego de caminar por varias cuadras le pareció escuchar pasos de alguien que lo estaba siguiendo y creyó ver un hombre vestido de negro como en las películas de Drácula. Finalmente con todos estos miedos llego al edificio en donde tenia su departamento. Era un poco deprimente ya que era un edificio bastante viejo y en malas condiciones en donde el revoque que faltaba en el frente, dejaba ver algunos ladrillos entre los que el musgo formaba figuras extrañas como viejos demonios que estaban al acecho de cualquier alma pecadora.
Hasta vio una forma humana en una planta que había crecido en el bordé
del techo de! edifico desafiando casi la gravedad. La imaginó como ser Maléfico que estaba al acecho .abriola vieja puerta de madera y tomó el ascensor que parecía venirse abajo a cada momento hasta que Llegó al tercer y ultimo piso. Bajó. Caminó por un corredor en donde uno podía ver asomándose por una baranda de bronce el hueco que quedaba en medio del edificio en donde estaban los otras pisos con los otros departamentos ocupados -se dijo- con tipos como él felices infelices condenados a una vida miserable y con los de temores fantasmas íntimos que los oprimía por dentro y a los que les esperaba la muerte y el olvido total en un tiempo infinito .Entró en su pequeño departamento. Apenas llegó se sacó los zapatos que le estaban matando y se puso un par de hojotas. Automáticamente prendió la radio y encendió las hornallas de la cocina .v sacó un bife de la heladera y lo puso sobre una plancha de metal al fuego. Se preparó una ensalada de tomates y sacó una botella de vino dulce zumuba blanco. Puso la mesa v comió mientras pensaba en probar lo del libro Total era viernes. Al otro día no se tenia que levantar temprano ¿Qué perdía? Si no pasaba nada no perdía nada, al contrario si pasaba podía ganar algo. Por ahí hasta encontraba una mina que le llenara el alma y lo sacara de esa soledad que algunos días parecía pesarle mas que otros. Si bien en la facultad había un par de minitas que estaban buenas no le daban bola. Había salido con una y se la llevó a un hotel pero la mina estaba muy metida en la política, en la onda Mao, y muy histérica, le duró poco. Lo pateó enseguida la mina, obvio. Después que termino de comer corrió la mesa y buscó entre los cajones una tiza y trazó un triángulo. Luego se desnudó y se untó con aceite. Era la de cocina, no tenia otro. Colocó una vela en cada uno de los vértices y escribió el monograma sacro HS flanqueado por varias cruces y invocó a Lucifer. Hubo un silencio total. Parecía que no había pasado nada pero de repente se escuchó un estruendo en la puerta le parecía que la tiraban abajo. No tuvo mas remedio que ponerse el pantalón como pudo y abrir la puerta y allí estaban los demonios que lo Levaban a empujones mientras revisaban toda la casa..De Ricardo se borro toda huella nunca se supo más nada. Seguramente fue llevado a algún infierno en la tierra. el y su alma se perdieron para siempre no hubo tumba ni quien lo llorara Pero. de vez en cuando, en el Último tren de la noche y cuando quedan pocos pasajeros, a algunos les parece ver un hombre que irradia una luz leyendo una vieja novela y luego se esfuma en el aire. A algunos les parece que suspira y pide justicia y que no se olviden de el y sus camaradas en desgracia.
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Texto agregado el 20-12-2007, y leído por 116
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