Se giró de golpe, su mirada buscó ávida alguna presencia en el entorno pero no encontró nada. Siguió caminando mirando de reojo a los lados pues la sensación de sentirse vigilado había echado raíces en su ánimo, crecido en su alma hasta dar frutos de temor infantil, los cuales maduraban rápidamente para convertirse en miedo irracional. Su paso se aceleró, su cuello realizaba bruscos movimientos de un lado a otro mientras sus ojos buscaban al supuesto vigilante sumergidos en una bruma de sinrazón; ya no caminaba, corría o más bien huía sin tener motivo aparente, en su mente mil teorías de estúpidas conspiraciones le habían robado la razón. Tropezó y resbaló varias veces levantándose y mirando siempre hacia atrás sin dar importancia a los rasguños y heridas en sus piernas y manos, el pánico le inmunizaba contra el dolor...
Llegó a su casa después de subir las escaleras de dos en dos, abrió por fin la puerta tras varios intentos de sus manos temblorosas y la cerró de golpe, apoyó la espalda contra ella recuperando el aliento, fue hasta la habitación encendiendo todas las luces de la casa y ya tranquilizado decidió darse una ducha, desnudo en ella se dió cuenta de las pequeñas heridas y rozaduras, sintió el dolor mientras se las curaba pero suspiró aliviado pues ya se sentía seguro en su casa , su refugio.
Se puso el albornoz e iba a salir del baño cuando sus zapatillas resbalaron en un pequeño charco que se había formado cuando se duchó sin cerrar bien la mampara, su cabeza chocó contra el bidet, la vida se le iba en la sangre que manaba de la herida mientras su mirada se apagaba no sin antes ver entre brumas una sombra espectral que se agachaba y le susurraba en tono irónico al oído "Te pillé".