“Ese día se jugaba el futuro de Pedrito aquí en la tierra, el tenia tiempo soñando con la mujer de su vida, observaba que tenia muchas amigas, pero ninguna la veía como futura esposa, era raro pero siempre que empezaba a salir con una persona existía un problema en el camino, o ella era casada o estaba a punto de regresar con su ex-novio, o no quería ningún tipo de compromiso, bueno ante eso no quedaba mas que la resignación, tampoco podía deprimirse por esa situación, porque al final el mas perjudicado era el, pero ese día todo cambio sintió una alegría interior desde que le presentaron a esa muchacha, y es que desde arriba Dios dio la orden de que era el momento de hacerlo feliz, se le habían presentado oportunidades en el camino, pero ninguna daba en el clavo, por una razón o por otra no eran las mujeres indicadas, lo que le ocurría alrededor el no lograba descifrarlo, pensó que era originado porque no era capaz de conquistar alguien que valiera la pena, pero en realidad lo que ocurría era que el consejo había retrasado la orden dada por Dios para que estos seres se encontraran, ellos tenían mucho egoísmo por la felicidad ajena, Dios entro y sentencio que era el momento preciso que ellos habían arruinado varias veces la felicidad de ese hombre, que la alegría robada le seria devuelta con intereses, esa mujer era muy linda además de eso también era muy servicial, no conforme con eso también lo quería mucho y estaba dispuesta a formar un hogar con el, ya lo pasado a el no le importaba, todo se borro en su mente cuando encontró el tan preciado amor, el siempre le da las gracias a Dios y con una sonrisa en su cara piensa que valió la pena la espera” |