Hoy se ve a los ángeles fornicar,
y es que ha llovido tanto en Quito,
que se nos ha caído el cielo sobre los parpados
y eso de quedarse sin techo
es casi igual
a que se nos caiga el alma bajo la cama
y dejes rodar los ojos
sólo para verla marcharse.
buen viaje…
Texto agregado el 19-12-2007, y leído por 430
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