tenía tanto sueño, pero, también, tenía tanto amor reprimido que sufrí por el resto del día hasta que la noche apagó todo dolor encendido. no quise hablar con nadie de esto ni siquiera pensarlo, nada, tan solo quería amar a escondidas, y ser uno con ello, pero, al amor no se le escoge, al revés, viene y se lleva todos tus sueños y uno se queda respirando aires mas puros, con el alma saciada de aquello que tanto se busca y que no cuesta mas que perderse a uno mismo...
dejé de escribir y cuando volví hacerlo, estaba el amor, con sus mismos ojos y labios, sus manos iguales y ese aroma que tienen los niños... en verdad, dejé de escribir y cuando volví, volví a respirarte...
san isidro, diciembre del 2007
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