Ella sabía lo que se avecinaba, más no tuvo el valor para detener lo que ocurría.
Despacio, como temiendo el desenlace fatal, más sin embargo disfrutando cada paso, cada segundo en el que todo iba volviendose más y más obscuro, ya no tenía fuerzas para continuar, pero, ¡tenía que demostrar su valor!, no soportaría defraudar por un error a todos los que ciegamente confiaron en ella y en que triunfaría...

Caminaba, paso a paso, sintiendose desfallecer, ser fuerte, eso necesitaba, se apoyo como pudo en la pared cercana al intrumento que provocaría la eterna sombra a todo aquel a su alrededor inmediato, miró fijamente a su objetivo y midió al ojo el tiempo que tardaría en accionarse, pero era en vano... ¡si era tan rápido como la luz!
Aún así debía intentarlo... y entonces; ¡Presionó el botón! Recogió su camisón con ambas manos y con 2 años y medio en cada pie corrió hecha un bólido ocultándose bajo las sábanas y mirando por el rabillo del ojo hacia la infinita oscuridad que ahora la rodeaba...


... No había nada que hacer.. ¡Le aterraba la oscuridad!