Hoy amaneció,
no será un día recordado,
no se hablará de el
en el telediario,
ni será de interés nacional.

Hoy amaneció,
tras una noche en vela,
tras una espada de arena
que vio resucitar el sol.

Pero ayer,
desperté con los ojos cerrados,
tras el encuentro de lo inesperado
y tus ojos, no la multitud.
El sueño no lo produjo
la ayuda de lo absurdo,
ni el engaño del embrujo
de ninguna pastilla azul,
el sueño fuiste tu.