Tu figura tendida, sin sentimientos, sin mí, sin nadie. Me invade ese miedo intenso, tocarte de esta forma, es mi primera vez. Por un instante me pierdo en el momento, me pierdo en mis errores, en el sonido del dolor, en la falta de luz. Vuelve, vivamos de nuevo, quiero escuchar tu voz y abrazarte para que no te sientas más solo. Conóceme, juzgáme, mírame, soy yo, ya he crecido un poco.
Mi corazón me abandona, deja que luche limpiamente, ya no quiere manipularme más y te envuelvo con el calor de mi sangre heredada para alejar el frío de invierno eterno que cae sobre ti. Respira, reclama, háblame.
Abro las ventanas para dejar escapar el persistente aroma de las flores y el paso del tiempo parece no incomodarme más.
Vamos, deja de soñar ya es de día. Despierta.
Para mi abuelo a quien amo
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