Espera, no te vayas, no te quise ofender con mi silencio y mi llanto no fue por que tu me hayas hecho algún mal, es todo lo contrario, y ahora te explicare por que.

Aquel día no te pude responder, en mi mente no tenia lugar para la idea de haber sido yo, la que te impulso a hacer tantas cosas, jamas creí que el hecho de mirarte, observarte, admirarte, por ese espejo podría tener ese efecto en ti. Por eso me fui sin decirte nada, solo podía llorar ya que todo mi ser, mi alma se sentía incrédula, y más que eso me sentía perdida ante todo aquello que me dijiste.

Recuerdo bien esa tarde, Binder nos presento, tu eras el chico de la batería y yo la chica que cantaba, fue solo así, nada mas, no habían nombres. En mi interior quede prendada de ti, te veías tan hermoso con tu cabello rubio, lo llevabas largo como buen músico, tus ojos celestes como el cielo me miraron y me sonreíste. Luego llegaron los demás y nos fuimos al ensayo. Y creí que no volviste a reparar en mi presencia.

Mientras íbamos en el carro, desde donde estaba sentada podía verte a mi gusto por medio del espejo, y aunque no lo creas, pensaba que tu no me veías, era tan ilusa o inocente que, te admire, y te ame por medio de el. Te miraba como quien ve lo más hermoso que jamas haya visto. Tenia 15 años, por dios, era una niña. Después de eso solo nos vimos unas dos o tres veces mas, y en todas esas ocasiones, siempre té vi del mismo modo, y también seguí creyendo que no me mirabas.

Ahora vienes tu, después de tantos años, a decirme que gracias a mí eres lo que eres. Que gracias a mí pudiste vencer todas tus batallas, y que siempre estuviste atento a mis miradas, en esas escasas ocasiones. Que solo el recuerdo de haber sentido que una niña te mirara como si tu fueras lo más grande de este mundo, que te hizo sentir que lo podías hacer todo, que te hizo sentir un dios, te impulso en tu vida y por eso regresaste a este país, después de tanto tiempo a buscarme solo para darme las gracias?.

No es fácil de asimilar que en algún lugar del mundo, hay una persona que te recuerde y te tome como estimulo para su vida. No es fácil, no en el sentido que sea malo, al contrario es demasiado bueno para ser cierto.

Por eso la que te da las gracias, soy yo.