Sueño de una Tarde de Verano
Se que no me van a creer y no tiene la menor importancia --- pero tengo que contarlo, yo se que si sucedió --- si volviera a vivir y se me presenta la oportunidad, lo volvería hacer, ahora que a la oportunidad la pintan calva y tienes que agarrarla de los pelos.
El titulo de este cuento intenta parafrasear a Shakespeare en su obra Sueño de una Noche de Verano, porque lo que voy a relatar es tan increíble como el sainete del escritor ingles donde hadas y deidades juegan en el bosque... y la Reina de la Hadas Titania --- afectada porque le ponen en los ojos el jugo de la planta que trajo el Duende Puck --- se tira un polvo inolvidable con un pobre campesino convertido temporalmente en burro --- espero que lo haya disfrutado.
Ahora... claro que la similitud esta solo en lo increíble y en que era verano --- no creo que nadie vaya a confundir uno de los Moteles de dos horas, del kilómetro cinco y medio de la carretera a Chosica con un bosque --- las hadas eran cuatro y ninguna era virgen o al menos ninguna hizo milagros.
Victoria mi profesora de psicología en San Pedro de Lloc --- que también fue mi amante --- hubiera calificado todo el incidente como el resultado de la perdida de la conciencia individual bajo presión emotiva, como lo define la psicología de las masas... donde el individuo pierde su ego para convertirse en parte de la colmena, donde todos aspiran un fin común y como dijera Lope de Vega Fuente Obejuna, todos a Una.
La Avenida Tacna --- uno de los lados que define la Lima Cuadrada, también llamada el Damero de Pizarro, en ella se veneran al Cristo de Pachacamilla Señor de los Milagros y Santa Rosa de Lima, solo la Mazamorra Morada seria más autóctona --- es una calle muy transitada por Microbuses y Colectivos, soporta gran cantidad de pasajeros en busca del medio que los llevara a su destino, imagínense esa avenida en una tarde calurosa y húmeda de verano cuando el transporte se ha declarado en huelga pidiendo que baje el precio de la Gasolina... y tendrá la visión apocalíptica de un burdel desorganizado.
En ese tiempo, yo tenia un carrito ingles Triumph Vittese convertible, comprado de segunda mano, trabajaba para el gobierno y mi situación económica no era de lo mejor... pero tenia veintiséis años con todas las mañas habidas y por haber para conquistar a una mujer... o a cuatro, mi encanto natural --- según decían mis amigas y enemigas --- me ayudaba a compensar la falta de metálico.
Eran las cinco de la tarde cuando salí del trabajo --- con la capota baja para mitigar el calor --- maneje entre la masa de gente que tratando de encontrar movilidad se peleaba por los pocos colectivos piratas que intentaban lucrar, cargando el doble de pasajeros de lo usual --- en la esquina con Colmena Derecha, encontré cuatro chicas de muy buen ver, ninguna mayor de veinte que intentaban movilizarse y que aparentemente eran amigas, galante les ofrecí llevarlas, tu sabes ante las circunstancias tuvieron que aceptar, voy ha intentar describirlas lo mejor que el alemán hijo de puta me permita.
Una era zarca de ojos azules, espigada... mas bien bajita, con un vestido verde que conociera mejores épocas --- la otra una zambita de poto escandaloso de origen africano y piel color tirando para capulí de origen serrano, que vestía un conjunto de flores carmesí --- una tetoncita cuando menos 38 B, de pelo castaño, con vestido dominguero --- y por ultimo una morenita flaca, que parecía un querubín, con sus cachetes sonrosados, su pelo negro y su nariz respingada.
- Donde van chicas, el día no es muy bueno para viajar. Dije yo intentando romper el hielo.
- Vamos al Ovalo Gutiérrez, al cine Alcázar para ver “Los Amantes Deben Aprender” Dijo la zarca que era la que llevaba la voz cantante.
- No creo que lleguen a tiempo al cine con todo este trafico.
- Yo ya he visto la película, es muy buena --- mi paisano Domenico Moduño se luce cantando “Volare”
- ¿Tu eres Italiano? Pregunto la zambita.
- Si... y si quieren les enseño
- ¡Les enseño! ¿Qué? Interrumpió la zarca.
- Lo que deben aprender los amantes.
- Somos cuatro, te vas ha arrepentir. Dijo la tetoncita que era la mas osada.
- Tomo el riesgo, pero si me raptan... talvez me violan y a lo mejor me gusta.
En la Avenida Arequipa se hizo evidente que no llegarían a tiempo al cinematógrafo.
- Vamos a llegar tarde, nos podrías llevar a mi barrio. Pidió la zarca.
- Las llevo donde quieran, pero es muy temprano para ir a la casa. Intentando ligar.
- No tenemos nada mas que hacer. Dijo triste la zambita.
- A no ser que te violemos, ja ja ja. Tercio la tetoncita que parecía animarse.
- Yo feliz, les prometo que no grito.
- Tu no puedes con todas nosotras. La zarca parecía animada.
- A mi ya me violaron cuando tenia trece años. Listo a contar la historia que ustedes ya conocen.
- Hablas tonterías, no es verdad. Incrédula la zarca
- Te lo juro por las cenizas de mi madre.
- ¡Deja a tu mamá muerta en paz! Me espetó la zarca.
- No esta muerta, pero fuma como una condenada.
- ¿A que edad las violaron a ustedes? Esto se estaba caldeando.
- ¡A mi no me ha violado nadie! Molesta la flaca.
- Quiero decir...
- ¿A que edad hicieron el amor... por primera vez?
- ¡Yo soy virgen! La tetoncita sonrosada.
– Hazme un milagro mentirosa, yo se que te has acostado con tu primo. Acuso la zarca.
- ¿Como sabes?... ¿Quien te dijo? Pregunto pleitista la tetoncita.
- Tu mismo primo cuando me lo estaba comiendo. Afirmo la zarca.
- Yo tenia dieciséis... cuando me reventó mi enamorado. Dijo la morenita sin la menor vergüenza.
- Yo las gano a todas, a los doce me hizo mi tío. Se pavoneo la zarca.
- Me ganas solo por un año. Aclaro la zambita.
- ¡No peleen por eso! Corte la vaina para que no terminara mal.
- ¿Quien es la mas caliente?
- Elena es la mas ardiente. Afirmo la tetoncita.
- Tu primo dice que tu eres peor que yo. Termino la zarca.
- No peleemos entre amigas, por tonterías. Apaciguo la morenita.
- Ella tiene razón, no peleen y vamos al cinco y medio. Corte por lo sano yo.
- Vamos pues, pero no le cuentes a nadie. Dijeron todas casi a una.
- ¿A quien le puedo contar? Sin mencionar a todos los que lean este cuento.
- Tienes que dejarnos contentas a todas. Reclamo la zambita
- ¡Te lo prometo!
Entramos al garaje del motel, el empleado que abrió la puerta se quedo mirándome como quien no cree la cosa --- ¡Tu tampoco la crees! ¿No? --- subimos la escalera, llegamos al tálamo y hubo un carga montón... un todos contra todos como en la lucha libre, yo bese a la zambita... ella abrió la boca y casi me despeina, la tetoncita de pelo castaño, la zarca, la morenita y yo terminados hechos una pelota --- no puedo por caballero relatar con lujo de detalles lo sucedido para no terminar en una novela pornográfica --- pero ustedes saben lo que pasa en estos casos --- ni puedo poner mi mano en el fuego con referencia al orden de las personas del relato.
Como podrán imaginarse no pude hacer feliz a todas... Cuando se dieron cuenta de que para mí todo había terminado; me reclamaron entre risas por mi promesa incumplida --- nos duchamos todos juntos, le enjabone la espalda a todas ellas --- jugamos en el agua hasta que el encargado me reclamo por las dos horas --- nos vestimos, las deje en el Cercado; todas eran amigas del mismo barrio.
Regrese varias veces a la zona buscándolas y nunca mas pude hallarlas --- o tal vez fue solo el sueño de una tarde de verano.
Si me preguntan ahora si fue un buen polvo, mi respuesta seria:
- Como acto sexual, fue una mierda --- pero algo glorioso e inolvidable.
|