Porque la vida misma le sigue el rastro a la muerte.
La inconciencia tiene sus propios atrios.
Nos determinan, siempre nos determinan.
Todos somos puentes de arrogante paso.
La posteridad alegó a sus hijos un insomnio perpetuo,
Un encierro con barrotes de niebla,
De condena voluntaria.
La calle se hizo la muerta
Cuando los pasos acudieron a su ayuda.
Los actos carecen de importancia,
Pero ¿por qué impactan a la vida
Los demás ponderan su importancia falaz.
La muerte no es más que como la vida un acto simple.
23- 10-07
Texto agregado el 14-12-2007, y leído por 149
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
12-01-2009
¡Vaya! que palabras tan ciertas y tan bien hiladas.
Cuando alguien de mi generación nos deja, no puedo evitar el pensamiento de la muerte que acecha cuando menos se la espera. Ha sido un gusto pasear por tus letras. *****. Un beso. Pilef
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login