08:15

Soniquete dulce de rasgos orientales irrumpe el sueño de mis tímpanos.
Pobres ellos...
Una de mis manos lucha por abrirse paso entre un mar de edredones revueltos y ardientes.
Y lo consigue, tímidamente.
Se arrastra hacia dónde la procedencia del acorde le lleva.
Y llegando a su meta, con su índice erecto, pulsa tajantemente cualquier fría parte del creador de la melodía quebranta sueños, dejando caer todo su peso pesado sobre él.

El autor de musicalidad temprana enmudece.



08:20

...pero con ímpetu vuelve a la carga.

Que mis almohadas me ensordezcan, que aún no me apetece que Lorenzo me dé los buenos días...

Y mi mano, de mal despertar, evolucionada en zarpa, se abalanza sobre los pentagramas preñados de notas que en pleno vuelo escarban en mis almohadas coraza para abrirse hueco hacia mis somnolientos pabellones auditivos.

Y llega a tiempo...

Silencio.
Dulce silencio.



08:25

... no...
...que no...
...que aún no...
...que no quiero...

¿De nuevo tú?
¿...y para colmo me vienes con refuerzos?

Vamos... suficiente insomnio me causas tú, mal acorde rasga silencios, como para que te me reveles por hacerte caso omiso, con este otro camarada estridente...

Dejad de vocearme, que aún es pronto! Callaos!

(... ...)



08:30

(... ...)

Día tras día igual...

No hacéis más que destripar mi paz nocturna!
Homicidas de quimeras!
Que la fase REM es la mejor de mis caras, es de vivir la mejor de mis maneras...
Dejad de inmiscuiros en la privacidad de mi sub y consciente...
Dejad de hacer de mí un aborto de sueños...

(... ...)



08:35

.... buenos días....
(me digo a mí misma con resignación madrugadora...)









Dicen que mi condición es humana, pero con lo que me cuesta ponerme en pie cada día, yo me considero más bien mamífero hibernador...