En cada sueño, en cada respiro
tus besos llegan a mi, entre el llanto
de las estrellas y el deleite de una luna.
No quiero olvidar, no quiero despertar,
tu piel junto a mi piel sana esas heridas,
detiene el tiempo entre tu boca y la mia.
Los gemidos de una noche, las caricias de esa luna,
nuestros cuerpos bajo la lluvia calman esa sed.
Los días pasan, las noches quedan, los besos se
pierden, pero las marcas en la piel nos invitan
a vivir bajo la lluvia una noche más.