Continuación de Noviembre 21...
Bajamos todos al patio, mientras se sentían risas escandalosas en el comedor . Adela saltaba de aquí para allá con la caja en brazos, mientras Esmè la agarraba de la cintura y le daba besitos en el cuello. Llegamos al peral y nos sentamos en circulo, expectantes por lo que estaba dentro de la caja, el famoso absinte...
-Es peligroso eso Adela?.- pregunto Isabel
-Para nada!, o sea, si te tomas media botella si, pero si tomas un poco, nada nada, se siente genial
-Ya, menos blah blah blah y abre la cajita, quieres?.- dije ya a punto de explotar por la curiosidad que me causaba aquel tan "fantástico" bebestible
Entonces Adela, mirándome con una sonrisa de diabla en los labios, empezó el "Ritual del Hada verde"; Ubicó el vasito en un lugar en donde no se cayese, sirvió un poquitin de absinte en el vaso, después puso la cucharita con agujeritos encima de este, con un cubo de azúcar encima y a continuación , agregó agua, pero solo un poco...
-No queremos que quede tan desabrido, no?.- dijo Adela
Al estar listo, Esmè me miro y dijo:
-Listo....el primer vaso será para la Pobre Catalina a la que hemos torturando con la duda sobre esto desde anteayer
-Ya...tome primita y únase al club de los adictos al Absinte
Agarre el vasito rápidamente , mire alrededor para ver a los demás expectantes de que probara el asuntito y tome un sorbo...
-Es dulce...tiene cierto parecido al anís...pero nada del otro mundo
-Ahh!! Pero espera a que te tomes un segundo vaso, eh?!.- dijo Adela sirviéndole a los demás.
Mientras bebía a sorbos junto a los demás, pensaba que por que me había hecho tantas expectativas con el asuntito, que Verlaine le debe haber puesto color con eso de las "alucinaciones fantásticas" de las que hablaban sus conocidos y hasta el mismo. Pero al pasar al segundo vaso, empecé a sentir cosquilleos en todo el cuerpo y a ver los colores del atardecer mas vividos.
Al acabárseme el segundo vaso y al ver que los otros estaban en "en otro mundo" (incluyendo a Alfredo que tarareaba su "Les toreadors" de Bizet, bebiendo el asuntito, mientras apoyaba mi cabeza en su torso), decidí servirme yo sola otro vaso. Hice exactamente lo mismo que Adela hizo , pero aumente la porción de absinte , baje la de agua y llene el vaso hasta el tope con la mezcla. Lo tome casi al seco y al rato después, empecé a ver cosas....
Todo se me volvió surreal, los ruidos que provocaban los demás se escuchaban lejanos, Alfredo me miraba, se reía y me abrazaba, yo lo abrazaba a el y me apegaba a su cuerpo. Me besaba el cuello y me llevaba por las escaleras a la playa. Algo me decía pero no escuche nada, yo me reía, sentía el ruido del mar, las voces y risas apagadas de los otros alejándose cada vez mas.
Al llegar a la playa, sentí la arena bajo mis pies de forma exquisita, mientras Alfredo me tomaba de la cintura y jadeaba besándome el cuello. Se sentía tan rico!, ya estaba completamente oscuro y la luna inmensa, el ruido de los besos de Alfredo retumbaban en mis oídos y en mi excitación que iba "in Crescendo" cada vez mas, cuando de repente, al llegar donde el mar rozaba la arena, al mirar al horizonte....vi el mas hermoso espectáculo de Ondinas saltando y corriendo sobre el mar, como flotando....gritaban y se movían como locas, felices, hundiéndose en las profundidades y para después emerger a la superficie con blancos y vaporosos velos cubriendo sus cuerpos.
Quede tiesa, maravillada ante tal magnifico espectáculo, mientras Alfredo me subía el vestido y se apretaba a mi
-Catalina, vamos a las rocas....vamos.- decía con la respiración agitada a mil
Yo no le respondí, pero le seguí el paso, ya que el desde atrás me empujaba el hacia los roquerios, sin sacar mi vista de aquella fabulosa escena. Al quedar apoyada en la roca, mientras Alfredo volvía a subirme el vestido y se bajaba los pantalones, en la playa, caminando hacia las ondinas apareció la figura de un hombre. Su cabello danzaba con el suave viento que había en ese momento, sus movimientos eran lentos pero seguros y al entrar al contacto del agua, se dio vuelta y me miro. Aun en la oscuridad, pude distinguir el azul de sus ojos, me miraba con pena y una sonrisa melancólica. Estuvo observándome unos segundos, y prosiguió con su camino. Me desespere y quise ir a su encuentro, pero Alfredo me tenia aprisionada entre la roca y su cuerpo.
El hombre caminaba lento sobre el agua, yo, desesperada trataba de zafarme de mi novio mientras el otro dale con apretarse contra mi, tratando de hacerme el amor, hasta que pude despegarme de el y salir corriendo hacia aquel hombre.
Ahí no supe mas, hasta hace unas horas atrás, cuando desperté toda mojada en la cama, aferrada de Alfredo que me hacia cariñito en la cabeza, mientras Adela e Isabel me miraban gravemente.
-Y tu que decías que era puro cuento lo de las alucinaciones.- dijo Isabel con tono grave
-Ay Cata!, tomaste demasiado, casi te nos pierdes en el mar.- acoto Adela
-Que??.- les respondí asustada, ya que el ultimo recuerdo que tenia de la noche era de mi corriendo hacia el mar al encuentro del misterioso hombre.
Entonces me entere de lo que había pasado después de eso: Al tratar yo de alcanzar al individuo aquel, me metí mar adentro, tanto así que Alfredo, tuvo que meterse al mar a rescatarme.
-Estuviste a punto de ahogarte mi amor.- me decía Alfredo entre abrazos y besos
-Es mas....te ahogaste, tuvimos que sacarte el agua del cuerpo a apretones .- me soltó con un golpe en la cabeza, Isabel
-Nunca mas, se los prometo, nunca mas, la experiencia fue linda en cierto modo, pero la próxima vez que pruebe esa tontera , lo haré en tierra firme , lejos de piletas, piscinas y mar.
Dudo que vuelva a probar esa tontera, pero si lo hago, espero volver a ver a ese hombre de mirada triste...
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