Leo los pocos renglones de tu carta y te imagino con tu sonrisa de jitomate, ¿crees que puedes jugar conmigo? Mi voluntad es inquebrantable, sabes bien que te esperaré hasta que se acabe el mundo ó se termine la botella. La eternidad está de mi parte.
Texto agregado el 11-12-2007, y leído por 329 visitantes. (23 votos)