“Hay que ver, buff...todo lo que me queda por hacer aún en la casa…, los armarios, las cortinas y las facturas por ordenar.... ¡Qué desastre! ¡Uy! Casi se me olvida, mañana hay que ponerle el chándal al niño...”
-Va todo bien, cielo?
-Si, cariño
-¿sigo así? ¿O cambio? –le dice él susurrando-Esto es lo que más te gusta...
“y no le he puesto el almuerzo. Bueno,... mañana, a primera hora. Ya no me levanto…y de comer? ¿qué hago? ¿Macarrones? No, …mejor lentejas, …”
-Para cielo, para, y ven aquí...
-¿Ya?-suspira él sorprendido
-Si, cielo. Venga.
Él remonta. Se sube. Voltea. Ella pone los ojos en blanco ( placer o pena?)
Suspiros. Jadeos.
“A ver, qué hago?? Está complicado el tema...Juan roba en la caja, pero sin pruebas…por otro lado, los sueldos son tan bajos…Ay, pero no lo puedo permitir...Hasta cierto punto lo comprendo, pero no lo puedo permitir, Ay, ay, ay…”
-Ay!!
-Te he hecho daño, mi vida?
-No, es que ya he terminado…
-Ahh!
-y tu?
-si, también.
-Te quiero, cielo- dice dándole un beso seco.
-y yo, cariño, y yo… tengo frío...- contesta ella a un oído dormido.
Por la ventana un susurro invita. La cortina vuela. Un mensaje ininteligiblemente vomitado cae en la cama crisálida.
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