Estoy mirando a tus ojos mientras tú me miras,
sueño contigo como si te conociera,
aun cuando jamás te he visto.
Tus manos suaves se incrustan en mi piel,
mis dedos recorren los tuyos,
centímetro a centímetro.

Mis labios van a los tuyos
y los saborean sedientos de ellos,
bajo por tu cuello
deslizándome junto a tus cabellos.

Te succiono suavemente y sigo bajando
queriendo hacer de tu cuerpo una parte de mí.
Mis labios, cual un niño
se posan por un momento en tus senos
para luego seguir descendiedo.

Te siento ajitada,
tu cuerpo tembloroso.
Mientras bajo por tu estómago
siento de tí más fuerte el deseo.
Estás tan impaciente como yo
y ahora me muevo mucho más lento,
prolongando el suspenso y aumentando las ansias.

Acabo de pasar por tu ombligo...

Puedo sentir tu piel deslizándose entre mis dedos,
mientras tus ojos me dicen que me amas profundamente.
Sigues vestida,
pero con mi mente te he desprendido de tus ropas,
mis manos tocan la tuyas,
pero mi mente te ha acariciado entera.


A mi Amada