Comparo, comparo sus manos con las mías
Unas encalladas, otras inocentes
Los años se acumulan en mis yemas desgastadas
Y añoro con nostalgia esos días ya tardíos
Eran días de pobreza, de pobreza de preocupaciones
En mi mente no cabía la palabra vejez
Y ahora ella se ha instalado en mi conciencia
Las piernas no aguantan
Y mi memoria flaquea
Cuantas cosas que no hice,
Cosas que nunca podré recordar!
Y ahora solo veo espejismos,
Anticipos del final de mi estancia
Imágenes fugaces que se burlan, ¡dichosas!
Que me recuerdan que no soy inmune a los años
Y que mi tiempo aquí se acaba.
Texto agregado el 10-12-2007, y leído por 112
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Lectores Opinan
10-12-2007
Hermosos pensamientos de una verdad que a cada uno se le mostrará o muestra
No necesita retoques. Gracias por traerlo nomade
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