Editorial San Guchito se enorgullece y entorpece en presentar:


"La Colección de los Atroces Cuentos Navideños de Fly" ™


ÍNDICE:
Prólogo………………………………………………….……...........…............…….…...1
Zappa-Clos…………………………………..…….... ...................................…2
Desenfrenación di-frenza……………........…...............después de la otra
El espíritu de Gualt-Mar (o Disnei)………….………..….........……..más abajo
Vísperas de Resaca-fest……………........………...en Internet no hay hojas


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Prólogo:
Estos cuentos fueron escritos para beneficencia. O beneficiencia, porque lo recaudado será destinado a los científicos huérfanos de los laboratorios del Tornado Excentrífugo.
También fueron escritos para que en esta navidad nos acompañe el espíritu de Zappa-Clos, que tanto hace falta últimamente.
Leer a criterio. Mantener alejado de los infantes, y fuera del alcance de los literatos malhumorados.
No apto para gente muggle que no conoce este término, ni tampoco para los fans de Jarri Poter.

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Zappa-Clos

Los niños ríen y cantan. Ja ja ja ja. Una extraña noche de aquel día.
-¡Qué llegue Zappa Clos!
Nadie entendió. Se lo quedaron mirando.
-¿Es que no conocen a Zappa Clos? –todos anonadados.- En fin, les explico. Zappa Clos vendría una vez, o eso me dijeron, si es que tienen fe en él. Sus regalos no es apto para niños, no señor. Tetas y cerveza es su obsequio para los más grandes. Panqueques gigantes, recubiertos de dulce de leche, chocolate, rum, vodka, cerveza…. ¡Podría ser el reemplazo de Santa Clos, si lo deseamos esta navidad! ¡Nada de juguetes tontos, no señ…!
Niños horrorizados, desconcertados, madres tapando los oídos de los pequeños. Le gritaron:
-¡Vete de aquí, so-so…!
-¡MONSTRUO!
-¡¡Ahhhhh!!- la abuela gritó.
Él se fue, mirando hacia abajo.
-¿Mami, verdad que no vendrá Zappa-Clos? ¡Yo lo quiero a Santa! –sollozaban los niños.
-No hijito, no…. Esta será una hermosa navidad, como las otras –y ambos lloraron.


-¡Toca esa guitarra, Johnny!
-¡Sí señor! –tocaba.
Zappa estaba en el cielo, o algo similar que no cabe explicar para los simples mortales.
-¡Un momento, un momento, paren todo! –gritó.
-¿Qué pasa, Frank?
-Alguien me está rezando… -se quedó algo helado.- Es una sensación rara.
-¿Por qué alguien te querría rezar, eh Frank?
-No lo sé, nunca se me hubiera ocurrido.
Frank entonó bien sus oídos, se esforzó en escuchar.
-… y…. ven para…. Clos…. –tas… -veza!
-¿Y que oyes, Frank? –todos los músicos se acercaron con curiosidad.
-Tal vez…. Tal vez alguien quiere que haga de….
-¿De quién? –algunos eran pesados.
-… ¡De Santa Clos! –dijo riéndose.
Una risa general estremeció el salón-nube-lo que sea.
- ¡Ja ja! ¡Esto si que no me lo hubiera imaginado jamás!
- Debe ser algún loco.
- Algún drogado, quien sabe.
- Esperen, esperen muchachos –dijo Frank con una sonrisa en la cara- Tal vez este individuo quiere que haga algo que…
Un pequeño silencio, de los típicos.
-¿De…? –siempre alguien interrumpe.
-Ummm, tal vez quiere que haga justicia con la navidad.
Algunas risas cortadas.
-Sabes bien Frank que es ridículo. A todos nos gustaría bajar algún día para….
-Bueno, algunos lo hacen –dijo Louis.
-Pero no materialmente.
-Como fuese.
-No lo sé –interrumpió Frank a los otros.- ¡Podría ser Zappa Clos, que les parece!
Je je, risas variadas.
-Sigamos con la música, muchachos. –dijo Neil.
-No no, ¡lo digo en serio! –dijo Frank.- Nunca le pedí esto a Dios. ¡Nunca le pedí nada, bah! Tal vez me deje hacer algo.
-Oh, no lo sé.
-Vamos. ¡Es ridículo!
-Muy terrenal.
-Lo que fuere.
Pero después de tocar aquella noche, Frank, aburrido ya de lo mismo ahí arriba o donde esté, fue al gran sillón y se dirigió donde sobresalía una gran barba.
-¿Podría, oh, ……?
-No –interrumpió en seco.
-Pero….
-No.
-Bueno.

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Desenfrenación Di-Frenza

-¡¡¡Argghhhh!!!
Un gran cartel decía:
-¡Bienvenidos! Aquí se puede hacer TODO.
Era casi inexplicable. Era verdad, ¡todos podían hacer de todo!
-¡Es el espíritu de la navidad, hermano, EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD!
-¡¡ARGGHHHHH!!!
Un psico-boliche, bolchevique, era algo sin sentido. Gente por doquier, gente saltando, como drogada, entusiasmada. O eso se imaginaba, ¿se imaginaba?
-¡Ey!
Entró un nuevito. Algunos se aquietaron, pero pocos.
-No entiendo nada. ¿Alguien me explica?.
-¡NOOOOOOO!
-¡¡NOOOO-ARGHHHH!!
Abucheos generalizados.
-¡Ay! Me picó un mosquito.
-¡No entiendo nada, hey!
¿Obtendría alguna respuesta? Había muchos colores por doquier. ¿Él también estaría drogado? ¿Cómo se entendían los demás? Parecía haber cierta comunicación.
-¡10, 9, 8, 7…. FELIZ NAVIDAD HEYYY!
-Faltan seis horas para navidad, torpe.
-Vuelves a agredir y te hecho.
-¡Alguien que me explique algo, por favooor! –imploraba.
Nadie le contestaba, ni le iban a contestar. Era una sala de Chat. Tonto.

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El espíritu de Gualt-Mar (o Disnei)

Alguna vez, me pregunté muchas cosas al respecto. ¿Sería navidad un día legal? ¿Por qué hablan de espíritu navideño, mientras que el objetivo principal de los comercios, medios, es vender? ¿De qué tradición me hablan?
Esta historia navideña es de terror. Trata de un hipermercado que cobra vida y va comiéndose las cabezas de las personas. ¿Sería menos trágico que hablar de lo que pasa en la vida real? No lo sé, tal vez no. Creo que no, ¡definitivamente!
Le podríamos titular “cómo volverse loco dentro de un supermercado gigante para conseguir regalos a toda la familia”. ¿Ellos nos regalarán algo mejor? ¡Tal vez sí, tal vez no! Pero para mi no es recompensa por estar allí dentro más de dos horas y media, quien sabe, peleando precios, chocando contra otra gente que está como anonada leyendo letreritos minúsculos, o gigantes, lo primero que nos moleste más. Hay de todo, para todos los gustos.
Cambiemos de tema. Esas películas que contradicen Halloween, mientras que Halloween ocurre apenas dos meses antes. ¿Contradictorio? Tal vez, no lo sé, ese día es más o menos igual. Corremos la suerte de no festejarlo en los países que no son ése.
Es casi una historia de terror, pero es la realidad.
Me hubiese gustado más hablar del hipermercado que come gente. ¿Y si lo hacemos?
Cambie de idea, lo haré.
Bueno, mejor no. Les dejo a su criterio la idea de un supermercado gigante que se come a todos, arruinando la magia de la navidad.
Pensándolo mejor… Lo arruinan de todas formas, ¿verdad?
Fue buena idea no hacerlo entonces. Estoy confundido.

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Vísperas de Resaca-Fest

Varios amigos esperaron a las primeras horas del veinticinco para reunirse en la casa de uno y…
-¡Resaca-Fest!
-¡¡Ehhhhh!!
Pero las vísperas… ¡Las vísperas! Oh, mi Dios, mejor no hablar de ello.
-Manuel, ¿Qué haremos el veinticinco?
-Lo de siempre, boludo, y cambiá esa voz que me tenés podrido poniendo esas vocecitas de película.
-Bueno.
Pero había un poco de magia navideña entre ellos. ¡Claro que sí! Ante ellos se apareció…
-Yo ho hó, kids!
No entendieron bien.
-It’s me! Zappa Claus!
Algo atónitos se quedaron. Zappa Claus finalmente hizo su presencia entre los terráqueos, pero en el lugar equivocado, en el otro hemisferio del continente, para ser exactos.
-Oh… I made a mistake. Sorry kids!
Y se fue volando, así vestido de rojo, hacia el lado norte, para seguramente arreglárselas con el gordo feliz.
-¿Y quien carajo era ese?
-Yo que sé, parecía amigo tuyo, je.
Pero ambos creyeron que eso que presenciaron fue un verdadero milagro navideño, y que Noel había bajado unos cuantos kilitos.
Nunca revelaron esto, ni dejaron de creer en que esos pequeños toques de magia y esperanza podrían…. Bueno mentira, les chupó todo un huevo y al día siguiente se olvidaron de eso con unas cuantas birras del Resaca-Fest. ¡Borrachines!



FIN-GLE BELLS

¡Buon Natale para tutti lo ragazzo y la ragazza di Loscuentos.net! :)