Hoy, fue un día más de puro recuerdo, inusitado, sin pensarlo, venido ya no de las cosas que me rodean, de lo que escucho e imagino o de las personas que conozco y conversamos tomando un café o una soda, o por mi soledad pensativa; sino de la distancia traicionera, con el tiempo afilado para herir al corazón, vestida de poeta y de inteligencia libre, con la belleza de un ángel, que sin darse cuenta, conversa sin saber que sufro a sus comentarios; y, que puso en evidencia que aún la amo, causando que brotaran lágrimas con dolor cristalino, sin explicarme de donde salen, porque ya existía un océano creado por este líquido solo de mis ojos y donde intento que se ahoguen mis recuerdos hermosos de ella que me hacen sufrir y no volver a tener esos recuerdos otra vez.
¡Si!, la vida y el tiempo, quieren que sufras; que no sea fácil olvidar lo que quieres; estarán dándote recuerdos por más que quieres alejarlos; cuanto más lejos piensas que estás, más se empeñan en hacerte sentir lo hermoso que amaste y amas y lo perdiste.
Vida y tiempo, siempre serán tus enemigos, porque pasan rápido sin que te des cuenta; tratan de burlarse de ti, de cada latido de tu corazón, de cada pensamiento. Tratarán de hundirte por los maravillosos recuerdos que tuviste en la vida en los tiempos que entregaste con dedicación con amor puro, algo que a “estos” no le gusta; por eso, se vengan con hacerte recordar -en donde estés- que perdiste por retarlos a que amar sea posible en la vida y el tiempo.
Vida y tiempo, debo tener cuidado. “Estos”, no quieren que seamos felices en nuestra existencia. Es su juego, así se divierten; dándote hermosos momentos, porque puedes amar y sentir, ellos no lo tienen; luego te desaceleran o aceleran y sin darte cuenta o sin tener explicaciones termines en forma precipitosa todo eso. Pierdas ese valor de amar, te formas un corazón duro; no sientes y no perdonas; te transformas; y llegas a ser un rutinario humano más que solo sabe respirar.
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