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Inicio / Cuenteros Locales / cintia-bermudez / La tapa de cilindros.

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Aliento a provenzal, sale de su boca fundido con el humo de un chesterfield suave,
esfumándose por la luneta.
Estrellitas como luces en la ruta,
silencio lo que se escucha y nada mas.
De pronto el auto comenzó a toser y a toser,
y a tener convulsiones terminales,
mi marido y yo, corcobeabamos en los asientos como potrillos en la gatera,
pero a los pocos metros de comenzar esta evidente agonía, el gigante con ruedas se detuvo,
y murió, dejo de fusionar por recalentamiento total del motor sin agua.
Con la única suerte de haber caido abatido el pobre titan, cerquita de un oasis en la ruta;
Un complejo comercial donde hay un estación de servicios ypf, y un taller mecánico a los pocos metros.
MI cuchi cuchi, quedo esperando en la proveduria, fumando como de costumbre como un energumeno,
pues no deseaba conversar con nadie;
En cambio yo fui la que tuvo que encargarse
de ubicar al mecánico para resolver el asunto,
siendo que ni manejaba cuando se rompió,
ni soy la dueña del rodado.
Tarea nada sencilla e ingrata,
esta de tener que despertar a alguien desconocido a pocas horas del nuevo día,
y ademas para invitarlo a trabajar;
Es de noche tardisimo,
solamente una cumbia es lo que se escucha a lo lejos.
Toque timbre en la vivienda lindera al taller,
suponiendo que el mecánico podria vivir allí,
y un hombre aproximadamente de mi edad,
llamado José, me atendió muy amablemente.
En realidad este tal José es chapista y no mecánico, pero igualmente de buen animo,
se ofreció a darnos su ayuda tan necesaria,
entonces fue que al momento,
no dirigimos en su chata hasta el auto para ver que sucedió de malo.
Y era lo que suponíamos,
la junta de la tapa de cilindros se hubo quemado fatalmente.
Según mi humilde criterio,
pues de mecánica no entiendo nada de nada,
el mayor problema que tenemos a soportar,
es el de tener que esperar hasta mañana temprano para comprar lo que haga falta.
Aunque ya son las tres de la madrugada,
y no tendría sentido abandonar la situacion a pasos de la solución, entonces con mi marido decidimos esperar lo que sea, pero permanecer estoicos junto a nuestro queridisimo carro.
Finalmente volvimos al auto despues de despedir transitoriamente a José,
con la idea aventurera de reclinar los asientos para dormir como en un camping,
y hasta tal vez hacer el amor para llamar al sueño.
Pero El, al instante, quedose dormido como un tronco y no encontré manera de despertarlo.
Para mi gusto una buena periodista debe ademas de saber informar fehaciente de lo que ocurre en el mundo, conocer que acontece a su alrededor, como es la ciudad donde vives;
Yo tengo vocación de ello, y entonces no podía pegar un ojo pensando sin cesar de donde provenía esa música que escuchaba de fondo,
entonces, aventurera como decía,
intrépida, comencé a caminar por la banquina de la ruta oscura, persiguiendo el sonido que llegaba a mis oídos y que tanto me intrigaba.
Finalmente resulto ser un cabaret pulguiento
de las afueras de la ciudad lo que se interpuso en mi destino.
¿Que hacer? ¿Como seguir esta historia?
¿Porque volver atrás con la cola entre las piernas si nada de malo haré?
Curiosa decidí conocer como era el misterio de un club nocturno y entre decidida.
Lo primero que hice fue dirigirme a la barra,
y presentarme como una periodista que estaba al frente de un programa de investigación,
mostre mi credencial, y me aceptaron,
me permitieron de buen animo mezclarme entre las chicas para saber mejor de esto.
Mi vestimenta, aun correctamente alineada,
con imagen de mujer intelectual con antejos de aumento, mas la agenda marrón de cuero de carpincho para apuntar comentarios,
desentona feo con la desnudes de las chicas;
Y ademas con ese falso whisky de las copas preparadas, que se ven amarillosas como plumas de canarios. Pero en fin, no habrá motivos de que alarmarse, pues lo mio sera profesionalismo puro,
periodismo de gran nivel;
En definitivas es una regla inamovible que el periodista en el lugar del hecho siempre se ve distinto a los demás.
Un joven apuesto que evidentemente pertenece al establecimiento, estira su mano entregándome como unas fichas para jugar naipes por dinero;
Aunque a decir verdad, ademas no entiendo del todo bien, porque a su vez me lanza un guiño pícaro sabiendo que yo nada que ver;
Después, con amabilidad, se me ofrece algo de beber sin cargo y a mi entera elección,
y sin dudarlo opto por un jugo de naranja exprimido al natural, que me temo nunca llegara.
Esto esta colmado de gente, de hombres,
ahora me encuentro ubicada como puedo,
a un costado del reproductor de música,
e intento en vano colocar estas monedas plásticas por la ranura.
Debo ser sincera, y así confesar que estoy siendo acosada por los clientes,
y por supuesto, soportando manos traviesas,
que impertinentes entran por mi cuerpo,
vulnerando mi mas absoluta homogenea intimidad,
pero en fin, aquí hay que saber de antemano,
que la mujer es equivalente a una pizza con anchoas en un restaurante de la capital federal.
Pero en definitivas, con el perdón de mi "esposo" ausente con aviso, tengo la conciencia tranquila,
porque como se debe, disimulo como puedo la calentura sexual que me despierta todo esto.
En realidad, nunca antes imagine que pudiera ser posible, que yo Cintia Bermudez,
la anteojito de la familia del periodismo,
oh mujer tan recatada y seria,
dedicada como una monja a su profesión de informar exclusivamente,
fuera a desear inescrupulosamente,
a tantos hombres diferentes en una misma noche negra; Menos aun hice cálculos previos,
de que pudieran haber tantos machos cabrios bueno mozos y apuestos, sedientos de una mujer vulgar.
Por alla, me topo con José el chapista,
y que nos abrasamos en saludo espontáneo,
cual hermanos en tiempos de miseria;
José no perdió tiempo en confesar su amor por mi persona, y que estaba dispuesto a salir a robar,
todos los repuestos que hicieran falta,
con tal de estar un segundo en la cama conmigo.
Por supuesto que me negué categoricamente,
y de soto boche le recordé, que como bien pudo corroborar hace instantes,
estaba felismente comprometida y a punto de casarme; Pero a decir verdad,
me vi altamente interesada, intrigada en saber a que se refería cuando mencionaba la palabra "repuestos", siendo que solamente la junta estaba fusilada, como el mismo lo dice.
-Escuchame cintia, esto es así,
quitar la tapa de cilindros,
nos llevara veinte minutos o algo menos,
y colocarla nuevamente otros veinte,
la mano de obra de este tipo de arreglo,
le costara trecientos pesos,
la junta, otros cien pesos mas,
pero ocurre lo siguiente,
cuando tengamos la tapa afuera,
si es que usted desea hacer las cosas bien,
debe ser llevada antes de colocarse nuevamente,
a ser revisada por un técnico especial,
quien dirá si esta, esta apta para seguir funcionando, para lo cual se le hace una prueba hidráulica, se cepilla el plano, y se le reintegran las válvulas, si todo esto sale bien,
le saldrán otros docientos cincuenta pesos mas,
o algo menos, pero ocurre que por lo general las tapas no aprueban ese examen,
y entonces hay que colocar una nueva,
que siendo la original, tiene un precio de lista que
ronda los seis mil, siete mil pesos,
mas el impuesto del valor agregado.
Le propongo lo siguiente,
yo le consigo una tapa en buenas condiciones,
cambiamos la junta, y para las nueva de la mañana el auto estará listo, y ademas no le cobrare nada,
pero tu en compensacion deberás de ofrecerme tus servicios sexuales a cambio,
aunque sepamos que no es a lo que te dedicas.
-No, no, no...
-si, si, si...
Bueno la cuestion fue que llegamos a un acuerdo,
y solamente accedí a bailar unas cumbias apretados, con la posibilidad de besarnos un poco,
y tal vez acariciarnos; Además hicimos un pacto, que cuando quitáramos mi tapa de su lugar, volveríamos a reponerla por la robada.
Dicho y hecho, luego de finalizado el tercer tema que debíamos de bailar abrasados,
fuimos a hurtar la dichosa tapa,
de un auto similar pero sin luneta,
que previamente localisamos cercano al cabaret.
Yo aun tengo el ombligo caliente por el bulto de José, y la boca colorada por sus besos,
pero a pesar de sentirme contrariada,
pienso que El sera de ahora en mas un amigo fiel para siempre.
Pero antes de haber comenzado la búsqueda de un automóvil similar, en la camioneta de José,
pasamos por el nuestro para quitar la tapa del mio y así dejarla abandonada junto al damnificado,
con la gran sorpresa de que mi esposo se habia marchado dejando una nota explicativa.
Yo realmente siento bronca pero a la vez alivio de saberme libre, aunque en esta condiciones poco éticas, probablemente termine en la cárcel como el penado catorce.
Cumplimos con todo lo planeado y salio de perillas,
e inclusive la junta, que ahora estamos colocando,
es la del otro rodado, algo que no esta bien hacer pero que según José fusionará sin inconvenientes.
Pero en fin, llego el momento de la despedida,
y mi nuevo amigo me solicito un ultimo beso,
beso que no le negare, beso donde dejare mi lengua marcada a fuego para toda la eternidad.
Al partir, cruce la ruta desierta y me detuve del otro lado, me despedi nuevamente, con un guiño,
y salí quemando gomas...
A los pocos metros, Cintia Bermudez,
observo por el espejo retrovisor,
con espanto pero no se detuvo,
como un hombre furioso disparaba sobre José varios balazos a quemarropas.
Fin.













Texto agregado el 09-12-2007, y leído por 421 visitantes. (0 votos)


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