EL mar
Había una vez una playa, una gran playa virgen repleta de arena (claro, pues si no, no estaríamos hablando de una playa, verdad?). A lo lejos se divisaban en el paisaje insinuantes dunas y unos arbustos verde esmeralda, duros y recios como sólo los arbustos de las playas saben serlo. Y la arena, ah! La arena; aquellos maravillosos granos inundando todo el lugar, arena juguetona que gustaba tostarse al sol y pegarse en las plumas de las gaviotas. Arena color arena, hogar de miles de insectos y lagartos, arena brillante y opaca a la vez, como ya has de conocerla, verdad?. Arena como arena.
Esta playa se encontraba junto a un mar (y si, no? Porque si no fuera así no estaríamos hablando de una playa, más bien parecería que nos referimos a un desierto, pero como había en efecto mar y arena, entonces no cabe duda de que ese lugar se trataba de una playa).
Pues bien, hete aquí que en esa playa había un nido. Si, si, tal como lo leés, un nido. Un nido repleto de grandes huevos circulares del tamaño de unas pelotas de golf, aunque claro, sólo nosotros podemos hacer esta comparación, puesto que las criaturas de aquella playita remota no saben lo que es el golf; tal es así que para cualquier lagarto o escarabajo que transitara por allí, que aquellos huevos tenían tamaño de huevo, y no de pelotas de golf. No se trataba de huevos de gaviota, ni tampoco de ningún barano o serpiente que se hospedara por aquellos parejes. Aquellos eran huevos de tortuga. De gigantes tortugas marinas con duros caparazones y orgulloso porte. Tortugas ancestrales que venían a desovar a aquellas playas inexorablemente todos los años desde hacía milenios. De la misma forma que el sol sale cada mañana, pues así las tortugas visitaban todos los años aquellos lares con el único fin de dejar su secuencia genética a la próxima generación.
Bien, pues justamente en ese nido había un huevo que nos compete en particular. Podés verlo en tu imaginación? Sí, aquel en medio de ese par, no,no; ahí, a la derecha donde la capa de arena que cubre el nido es más delgada. Ya, te lo imaginás? Bien, prosigamos, y no le quites la vista de encima a aquel huevecillo eh?. Allí, en ese mismo huevo se encontraba la protagonista de nuestra historia. La ves ahora?, saliendo de su cascarón, mirala, ahí lo está rompiendo ya. Es la primera en salir. El resto de los huevos también comienzan a violentarse, pero ella es la primera en deshacerse exitosamente de la prisión esférica que comprime sus movimientos. Respira el aire, el aire puro del exterior. “Adiós líquido feo y viscoso” piensa con alegría y un dejo de malicia, ya que, aunque esa haya sido su casa por casi tres meses no siente el menor remordimiento por dejarla. Y así, se debate furiosa con la arena que pelea con ella para que no salga, “Malvados granitos, que hay allí? Luz, veo luz y allá a lo lejos... oh sí lo escucho, lo huelo, el mar, el mar, mar, mar.” Sale primera de su cubil, atrás sus hermanos siguen retorciéndose en la arena húmeda.
Y arriba en el cielo, el coro de alas y plumas vigilante al espectáculo de la vida. Sí, mirá, ya vuelan en círculos las gaviotas sobre el nido, ya la parca ensombrece la luz del vivir. Allí, en aquella playita lejana recordamos la lúgubre sombra que describe circunferencias sobre nuestras cabezas, ni vos ni yo estamos exentos de la muerte por supuesto, pero claro... eso es obvio, puesto que tampoco estamos exentos de la vida, ese largo camino hacia..., hacia dónde?
Sobre la arena entibiada por el sol nuestra tortuguita comienza su larga marcha. Ella sí que sabe hacia dónde se dirige. Si llegará o no al mar, bueno, eso ya no nos compete, verdad?.
Nota del CHEwy:
Jajaja, hacía mucho que quería poner en mis cuentos a un animalito como protagonista. Este es mi primer intento, supongo que no logra decir demasiado, más allá de la descripción y la reflexión super trillada con la que termina. Espero que cuando menos haya sido entretenido de leer.
Ahhhhh (suspiro), bueno, creo que resultó un bonito experimento, a mí me gustó mucho escribirlo y le tengo particular cariño.
Saludos cuenteros, suerte en sus vidas! |