La Necesidad Creer
Cuenta la historia, que desde los comienzos de la vida inteligente sobre la faz de la tierra y quizás en que otro lugar del universo de donde no tengo conocimiento, existe un concepto trascendentalmente importante y éste es conocido como, la creencia o el creer. ¿La creencia en que?, se estarán preguntando y la respuesta esta ligada directamente con la Fe, otro concepto ambiguo si lo analizamos en forma individual, pero no así, si unimos un par de factores que le den sentido a este crucigrama de palabras. En este caso, los protagonistas serán dioses, ídolos, divinidades o cualquier otro ente, sujeto a ser adorado y seguido por quien sea, que serán los otros protagonistas de éste interesante cuento.
¿Qué sentido tendría la vida si no creyéramos en nada?, Creo que ninguno, sería un vegetar sin sentido que casi es difícil de imaginar. ¡Creer!, Todos creemos, aunque sea en nosotros mismos, no me imagino a ningún ser que no crea en absolutamente nada.
Todo comenzó cuando surgieron los primeros seres con inteligencia, quienes tuvieron que atribuir a alguien, sus desgracias y alegrías o simplemente las cosas inexplicables para ellos. En esos tiempos, si entraba en actividad un volcán, lanzando lava y fuego, el responsable tenía que ser el Dios del fuego, si crecía el nivel del mar o de un río inundando las tierras, era el Dios del agua y, así para cada fenómeno natural que alterara sus vidas, debía estar detrás algún dios, alegre o enojado.
Inclusive, en las sociedades Griega y Romana, donde había gran cantidad de filósofos y pensadores, existía una gran cantidad de divinidades, que gobernaban las vidas de estos seres, guiándolos en sus decisiones y en cualquier otra cosa aunque pareciera irrelevante a simple vista. Pero ellos no lo tomaban tan a la ligera, como tampoco veían simples las cosas que pasaban, era propio de algún Dios el que temblara la tierra, que alguien saliera de la gravidez de alguna enfermedad, que fuera buena la cosecha de lo que fuere, etc. De esta forma se explicaban las cosas que eran algo intrincadas de entender para el vulgo común de las ciudades. También es posible que en alguna época, uno o un grupo de pensadores, filósofos y/o políticos militares, dieran vida a este clan de dioses, a fin de poder controlar y dirigir más fácilmente a las masas de gente que vivían en las ciudades y pueblos, que a futuro se transformarían en Naciones y países. Estaba claro que para poder mandar y gobernar, había que tener un respaldo, (ser creíble) y que mejor aval que una divinidad, que otorgara el permiso o autoridad a un ser humano, para gobernar y dirigir al común de la gente de la forma que éste lo decidiera. Fue así como surgieron los primeros Líderes por influencias. Algunos cometieron grandes abusos e injusticias, pero no todos fueron iguales, hubo algunos guías o Monarcas muy buenos y queridos por todos, por ejemplo el Rey Arturo y sus Caballeros de la Mesa Redonda o el mismo Jesucristo y sus Discípulos.
El factor común entre la mayoría de todos estos pueblos, sí es que no todos, era el politeísmo, compartiendo varios de sus dioses, con distintos nombres, pero la misión que cumplían era igual, la cual consistía en entregar principios de conducta y métodos de vida, basados en el temor a un castigo si no se cumplía con lo que el mensajero o sacerdote les transmitía. Fue así, como comenzaron a originarse las primeras religiones y, con estas, la plana de sacerdotes y representantes de los dioses en la tierra. De esta forma, no era admisible que hubiera gobierno sin tener de aliada a la religión, debido al poder que ésta tenía en las decisiones e influencia que ejercía por sobre los habitantes de los pueblos. Así fue pasando el tiempo y lo que probablemente comenzó como una simple estrategia de poder, fue tomando tal fuerza que dio origen a una verdadera institución, con más poder que cualquier gobierno o gobernante de turno, digo de turno, ya que éstos pasaban, pero la creencia quedaba y crecía, debido a la inmortalidad de los dioses. Lo que de alguna forma nos queda claro, es que la creencia en divinidades y dioses, se basa principalmente en fenómenos sobrenaturales e inexplicables para esa época. De los cuales se valían, ciertos grupos hombres más inteligentes a fin de sacar el mejor provecho a su conveniencia.
Las culturas y pueblos más destacables del pasado por su similitud y variedad en cuanto a creencias, relevancia y trascendencia a través del tiempo, son por nombrar algunas, La Egipcia, Griega, Romana, India, Azteca, Inca, Maya y otras, que por falta de información he omitido, Pero esto no significa que no sean importantes, ya que por ejemplo, en lo profundo del Continente Africano, aún existen grandes misterios, que incluso, podrían contener las respuestas del origen de una gran parte de la población de la Tierra. Como también existen otras culturas que extendieron verdaderas redes con conocimientos y costumbres por gran parte del planeta. Un factor común entre las culturas mencionadas es, como ya dije, el politeísmo o paganismo, independientemente que algunos dioses tuvieran mas o menos importancia, siempre existía más de uno.
En el caso de la cultura Egipcia, encontraremos una gran variedad de dioses y creencias asociadas a estos. En la actualidad se ha podido descubrir en algunas tumbas como también en construcciones antiguas, diversas inscripciones y jeroglíficos fascinantes, que no solo relatan las relaciones con los dioses y la vida en esa época, sino que se ha encontrado relatos y dibujos de situaciones del futuro y no solo de seres de la tierra, también hacen alusión a seres extraterrestres y, que esto no parezca extraño, por que solo con mirar las pirámides y otras construcciones, la pregunta es ¿cómo las hicieron? La respuesta no es fácil, ya que por mucho tiempo se han especulado algunas hipótesis, pero ninguna ha sido comprobada. ¿En que creían realmente los Egipcios?, ¿Tuvieron contactos extraterrestres?, ¿Quién les ayudo a construir las pirámides?, Son algunas de las preguntas que científicos y estudiosos se siguen haciendo sin encontrar respuestas satisfactorias. Cual es el misterio que hay detrás de pueblos tan alejados como el Egipcio y los de Centro América (Aztecas, Incas y Mayas), que los asemeja tanto respecto a sus dioses, construcciones y creencias. A pesar que unos fueron mas evolucionados que otros, la inspiración parece venir de un mismo lugar, persona, ente, ser o como quieran llamarlo.
Ahora, respecto a lo Griegos, Romanos e Indios, todas ellas, culturas milenarias y también de gran trascendencia en el presente, como se ha podido ver con los distintos estudios del legado que nos han dejado.
En el caso de los Griegos y Romanos. Civilizaciones que establecieron las primeras normas y leyes en manuscritos con forma de códigos, que regulaban la vida cívica de sus habitantes, estableciendo sanciones y penas a los infractores de este marco regulatorio. Hoy podemos ver que la mayoría de las ramas del Derecho, están influenciadas por estos códigos del pasado. Es meritorio que a tan temprana edad, la humanidad pudiera elaborar un material tan bien pensado y con tantos matices, que ni siquiera el tiempo a podido desgastar su aplicabilidad, ni aún en nuestros días. Acaso, ¿la gente de esa época tenía los mismos problemas que existen hoy?, Creo que sí, solo se han aumentado las piezas del rompecabezas, pero la esencia de las cosas sigue siendo la misma. Y nuevamente nos encontramos con la piedra angular de todo, el factor espiritual. Griegos y Romanos, compartían dioses similares, cambiaban solo los nombres. Que inspiración los hizo tener dioses tan iguales y compartir tal cantidad de conocimientos en leyes y otras materias, si no hubiera habido acuerdos previos o un trueque de sabiduría o, ¿es acaso que tuvieron a los mismos maestros en su proceso de aprendizaje? Creo que en esto ultimo esta lo medular y la respuesta.
De acuerdo a los relatos y escritos de la Mitología, pareciera que los Griegos y Romanos estaban muy convencidos de la existencia de sus dioses, ya que las historias que contaban involucraban a seres humanos y divinidades en forma tan real, que es difícil imaginar tanta creatividad para inventar todas las historias que contaban y, por lo demás, tan semejantes a mucho de los casos de interacción entre personas y ángeles, santos u otra figura religiosa de nuestros días o los tan polémicos contactos extraterrestres. Como sea que fuere, tiene que existir una relación entre todo esto y no por mera casualidad.
Indios (Hindúes), otra cultura fascinante, pero con matices algo distintos respecto a las anteriores, existen costumbres y credos que aún mantienen y creen fielmente en ellos, aspectos tales como la reencarnación y las vidas pasadas, las cuales claramente evidencian los flujos de energía permanente a través del tiempo y el espacio, si lo expresamos científicamente. Ahora en lo que se refiere a dioses y divinidades, ellos también tenían los suyos, como el dios de la creación, el de la destrucción, del amor y otros de trascendencia similar a los griegos o romanos, volviendo nuevamente al factor común de las primeras religiones. Pero, que podemos rescatar de esta cultura, creo que el concepto de reencarnación, principalmente por la trascendencia que ha tenido en este ultimo tiempo, ligándola a la ciencia moderna con formulas como la de A. Einstein (E=MC2) donde explica que la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado, derivándose de este termino, que la energía no se destruye, solo se transforma y, que la masa en algún momento tiende a su estado original de naturaleza, que es la energía. También encontramos asociado el concepto de niveles, estados superiores o también denominadas plataformas de pureza, que surgen de la trascendencia que tuvo nuestra existencia en cada vida por la que hemos pasado. Lo cual, de alguna forma nos sugiere que nos debemos preocupar por las cosas que hacemos hoy, por que, quien sabe que repercusiones nos pueden traer en el futuro presente o en el de otra vida a la que aún no pasamos.
Como dijo Hamlet, “ser o no ser”, en este caso seria, “creer o no creer e ahí el dilema” y más importante aún, “en que creer”, que es donde radica el foco de la problemática actual y la incertidumbre por lo ya dicho.
Es necesario tener claro, cuales son nuestros credos y en que se basa nuestra creencia, si es o no sólido el pilar que la sustenta, porque de acuerdo a esto, es la estabilidad de nuestras vidas. Que sería de una persona que toda su vida a creído en un ser determinado y, de la noche a la mañana descubre que no existía y que todo en lo que apoyo su fe, era una mentira y un grupo de engaños muy bien urdidos y guardados por grupos de gran influencia con el fin de sacar provecho de los fieles y seguidores, ¿acaso no sería un desastre de magnitudes? y más aún si el engañado no fue una sola persona, sino millones.
En las distintas religiones ha habido problemas, pero los más polémicos se han dado en la religión Católica, esto, por la cantidad de reveses que la han sacudido desde los tiempos de las persecuciones cristianas en Egipto, luego en Roma y otros países menores. Y todo, por defender la creencia de un Dios único y todopoderoso, lo cual rompía los esquemas de las demás culturas y religiones vigentes en el mundo civilizado de la época. Pero la persistencia de los mártires y seguidores logro mantenerla en pie, inclusive en épocas tan criticadas como fue el periodo de la inquisición, donde se cometieron terribles atrocidades que incluso horrorizarían a un criminal. Pero aún así, logro salir a flote, a costa de muchos esfuerzos y criticas, que pusieron peligrosamente en discusión la credibilidad de que existiera un Dios perverso, que permitía tales atrocidades con su pueblo. Pero supuestamente el tiempo se encargo de aclarar muchas cosas, como el exceso y abuso de poder por parte de los eclesiásticos de la época, que buscando un lucro personal, desvirtuaron los principios básicos que profesaba la religión. Es importante recordar también el periodo de las cruzadas, donde se lucho contra los paganos, produciendo importantes pérdidas de vidas, sólo por defender la imposición de un culto único por sobre la libertad de creencia de los demás pueblos, se promulgaba que la religión que debía prevalecer era la Católica (Cristiana) y, que era imposible que hubiera otros dioses compartiendo el mismo Reino de “Dios”. Pero, la pregunta que surge es, ¿valió la pena tanto derramamiento de sangre? Creo que no, ya que todo ser humano tiene libre albedrío, según nos dice la Biblia, Entonces, porque imponer forzadamente un credo o un Dios a las personas que tienen y viven con otras creencias. Considero que cada hombre, mujer y niño, tienen derecho a elegir en que quieren creer, nosotros solo podemos mostrarles las alternativas, pero la decisión es de cada uno y no es admisible imponer a nadie, el creer en un Dios determinado, ya que cada persona fue creada con las capacidades para pensar, elegir y decidir hacia donde dirigirá su fe.
¿Qué pasa hoy con las religiones y la fe? Hoy, montados sobre el Siglo XXI, podemos ver que la diversidad de creencias, religiones, sextas y otras agrupaciones, cómo hermandades y cofradías, están repartidas por todo el planeta captando y disputándose a las personas o fieles, casi como un grupo de empresas que compiten por captar clientes, usando estrategias de marketing y todo tipo de actividades usadas en el comercio, al parecer aquí todo es valido. Y surge la pregunta, ¿qué venden? A lo cual responderían que venden servicios. Servicios relacionados con la fe, la tranquilidad espiritual, la evolución del alma a planos no terrenales más avanzados, vidas plenas y armonizadas con todos los elementos del universo, etc. Parece que estuviéramos hablando de una compañía de seguros, una agencia de viajes, el departamento de negocios futuros de una multinacional o de un partido político en período de elecciones. Pero la frase que siempre permanece es, “El que no se porta bien en la tierra, irá a parar finalmente a un muy mal lugar, en compañía de un señor con cachos y cola”. Con esta sugerente frase, no queda otra opción que reclutarse en una de estas “religiones”, pero ojo, que hoy tenemos la libertad de elegir la que nos entrega el mejor plan y con los intereses más bajos y si es posible a tasa fija. Y si no te gusta la opción que elegiste, te cambias y ya, un problema menos. Por suerte y para la tranquilidad de todos, en estos tiempos no te torturan ni te mandan a la hoguera por hereje.
Van quedando muy pocas religiones que defiendan sus posturas y creencias con tanto fervor como los Cristianos en el tiempo de las cruzadas, algunas de estas son la Musulmana y la Judía, que han mantenido una guerra permanente a través de varios siglos, en disputa de tierras santas y valores celosamente defendidos por sus seguidores, además que aún mantienen la creencia de, quienes mueran en una guerra santa tienen el cielo asegurado. Con esta oferta es seguro que más de alguno se tienta y va a pelear, pero será tan así la cosa o es solo un buen slogan con matices demagógicos, usado por los líderes para abaratar el costo del factor humano, ¡quien sabe!
Lo que es aquí, en occidente, eso nos importa poco, ya que nosotros tenemos otras realidades que enfrentar. Realidades económicas, políticas, desastres naturales y otros pormenores de cierta relevancia estratégica que es necesario resolver, para de este modo, poder ascender en el plano del desarrollo mundial, permitiéndonos ganar un poco más de respeto y ser tomados en cuenta por las grandes potencias. En nuestro caso, la religión tiene su papel más o menos claro y no son tan influyentes como para conducirnos a una guerra. Solo encontramos de vez e cuando, algunas censuras ocasionales de alguno que otro libro, película o canal de televisión, por ciertos aspectos morales (discutibles), que revelan cierto grado de pacatería y cinismo. Demostrando, una vez más, un paternalismo insultante y absurdo que sugiere una incultura de parte de nuestra ciudadanía, dando a entender la incapacidad de la gente para poder discriminar a voluntad lo que puede o no ver, leer o hacer. La censura sugiere vedar del conocimiento a una persona, y más grave aún, es que otras personas, según su criterio y valores, anulen el discernimiento de los demás, confirmando la manipulación por parte de ciertos grupos de poder por sobre los habitantes de un país, libres y con derechos.
Interesante estas últimas palabras, libres y con derechos. Libres de qué o de quién, si vivimos internados dentro de un marco institucional rígidamente establecido por la Ley y la ciudadanía, protegidos por las normas del Derecho y la constitución, que nos confieren los derechos que debemos exigir y respetar, dando cuerpo al elemento tan preciado llamado libertad, libertad para respirar un aire libre de contaminación, libertad de expresarme libremente, libertad de ver y oír lo que queramos, libertad de decir, etcétera. Parece casi perfecto, pero, ¿será tan así en la realidad? La respuesta la tienen ustedes. Ya paso el periodo en que Gobernaron los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, pero aún seguimos atados a un pasado que muchos quisieran olvidar, un pasado que no nos permite liberar las dolencias crónicas del alma y que nos mantienen aferrados a un yugo de privaciones, mesuras y otras tantas dolencias que solo pueden ser explicadas por quienes las sienten. Es tiempo de replantear el futuro, fijar las nuevas directrices que regirán nuestro destino, buscar nuevamente el norte y emprender el viaje. Un viaje a lo desconocido, orientados por el instinto, guiados por la voluntad, impulsados por tesón y con la esperanza de encontrar lo que sea que andamos buscando. Creo que es posible.
Se dan cuenta que importante es el concepto de “creer”. Esto da lugar a una ráfaga de preguntas, tales como: ¿Creo en mi Gobierno (País)?, ¿Creo en la Justicia?, ¿Creo en la Gente?, ¿Creo en Mi?, ¿Creo en Dios?, ¿En qué Creo? Sería pretencioso, tratar de responder a estas preguntas por ustedes, sugiriendo que acepten lo que yo les digo como una verdad absoluta, no es posible, por que aún no conozco a nadie que tenga en sus manos la verdad absoluta, creo que cada uno es dueño de su propia verdad y tiene que ajustarse a esta, el vivir con la verdad de otros, es vivir otras vidas y no la propia, cada cual deberá ir respondiendo a sus preguntas por si mismo, “esto es sabiduría”, factor crucial en la búsqueda del conocimiento.
Entonces, ¿qué papel juegan las Religiones? Las religiones, son alternativas que se ofrecen para un numeroso grupo de personas, que necesitan ser orientadas y de alguna forma guiadas por uno de los tantos caminos que tiene la vida, entregándoles apoyo a los que más lo requieren, pero sin saberlo, ya que cada uno sabe de sus carencias y necesidades y se arrima al que más puede ayudarlo. La religión es la que constantemente nos recuerda que es necesario Creer, no importa en que o en quien, simplemente hay que Creer. Y quien mejor que nosotros mismos para saber en que Creer, si la vida nos otorga ese derecho al igual que tantos otros.
En estos tiempos, es importante creer en algo, ya que son tiempos difíciles y vendrán peores, el creer nos da el impulso, la fuerza, el tesón para seguir y salir adelante, le da vida a la vida, que sentido tendría vivir si no creemos en nada, es absurdo de solo pensarlo, todos creemos para vivir o vivimos para creer, está en nuestra naturaleza, porque quien cree puede crear y ese es otro don que se nos ha dado. Cada ser es artífice de su futuro.
Cuando podamos comprender estos conceptos y se hagan realidad los sueños de los niños, estaremos indiscutiblemente en el final feliz de este cuento, que ya olvide cuando comenzó.
GIULIANO
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