Se fueron los cisnes de mi lago,
Mi Cenicienta se quedo sin príncipe,
Y mí Sansón sin Dalila.

Quedo mi puerto sin barcas,
Mi cajetilla quedo sin cigarros
Y mi memoria quedó con un solo recuerdo.

Se fueron las focas al norte,
Los salmones al sur,
Y los delfines al este.

Quedo mí almohada sin plumas,
Mi cajón sin ropa,
Y mis zapatos sin pies.

Se fueron las cosas que te inventaste,
Mis fantasías,
Y mis principios.

Quedo desolado este poema,
Mis ansias
Y mi desesperación.

Se fueron los dragones de Ucrania,
Las palmeras de Hawai,
Y las panteras a Vietnam.

Quedo solo la muerte de todas las guerras,
Mi hombro sin cartera,
Y mi cuerpo sin espíritu.

Se fueron tus bisuterías,
Mis melancolías,
Y mis afanes de seguir con esta vida.