hace tiempo sin escribir nada que tenga aunque sea un mínimo valor equivalente por lo menos a cero coma cero cero uno,
y puede que teniendo el tobillo morado sobre dos almohadones café suavecitos todo el azul se me venga encima de una vez,
y no me deje seguir pegando idioteces en los muros colgados de este cubículo que tengo acá.

es que es este sistema holográfico lo que me molesta y que ayer mi teclado se haya desconfigurado poniendo el acento en la ce como francesa,
y revise periódicamente el estado de mi cabeza a ver si me encuentro con alguna memoria que me haga reír cuando en verdad debería (debería, sí)
estar frente a unos de esos tableros blancos y pasar por los pasillos con la cabeza agachada como si me escondiera de alguna persona yo no sé quién.

pero me siento una casi-mujer-que-ya-dejó-de-ser-niña
revoloteando mi corazón por ahí en donde yo no quisiera
porque me siento in se gu ra y temo que esta cabeza que tengo me haya
jugado una muy mala pasada y abrir los ojos y darme cuenta
que no hay compañía en todos los minutos de estos días y que
mi pie sigue entumecido sin que le interese a nadie más que a mi
kinesioterapeuta.


a veces digo que todo esto es una terrible mentira y
que hay que irse de una vez por todas.