EL NENE DE OJOS DOS Y LA HUESPED

(aquella caminata inentendible)



- ¿Venís? -dice el nene
- ¿adónde? -dice la muerte
- No importa ¿venís? -dice el nene
- ¿Adónde no importa? -dice la muerte
- Adonde vamos. Si no sabés para qué queres saber. -dice el nene
- ¿Y si voy y no era adónde yo queria ir? -dice la muerte
- Nunca lo sabrás si no vas. -dice el nene
- Entre la duda y la confirmación prefiero la duda. -sostiene la muerte
- ¿Y si vas y confirmas que la duda es para cobardes? -dice el nene
- ¿Y si hay cobardes-dudosos que confirmaron que nunca fueron? -dice la muerte
- Bueno, cada uno tiene derecho a pensar como quiera. -dice el nene con los brazos así
- Para eso se inventó la charla. -dice la muerte con los brazos asá
- Menos mal que no fuimos, en ese lugar no dejan hablar. -dice el nene
- Son unos cobardes, se creen que por estar ahí tienen todo el derecho. -dice la muerte
- ¿Y si mejor no vamos para nada? -dice el nene
- No sé...estaría bueno ir. -dice la muerte
- Ni loco, yo estuve ahí y no pienso volver. Quería decirte que ni se te ocurra ir. -dice el nene
- me agarró la ansiedad, abrí el cajón y sacá una soga para atarme al calefón hasta que se me pasen estas ganas histéricas de ir. -dice la muerte entregada