Cuántos momentos robados que nos fueron atrapando
sumiéndonos, sin pensarlo, en esta historia de amor.
Tal vez no fue nuestro intento tomar las cosas en serio,
madurar los sentimientos y comenzar todo así.
Vos, por tener mil temores de fracasar otra vez,
yo, con el montón de miedos que acumulé con el tiempo.
pero así fue nuestro encuentro en un momento especial,
en que mi vida buscaba, quizás lo que vos me diste,
y la tuya, ansiosamente quería encontrar ese alguien,
que fui yo, seguramente, porque estaba escrito así.
Y en el vertiginoso juego de dos almas confundidas,
quemamos el mismo fuego que nos abrasa hasta hoy...