Inicio / Cuenteros Locales / mabaco / Oda al instante 1
El peso estaba sobre mi espalda, todo oscuro alrededor
Nadie necesita más el silencio que aquel que no sabe como encontrarlo.
Sus ojos eran dos embudos de arena, me jalaban hacia adelante con una fuerza imperiosa. Yo intentaba ser de arena.
La mañana fue tranquila. Salí caminando bajo la sombra, las caras en el horizonte eran montañas rojas.
Ahora el sabor es de libertad, los pensamientos controlan el paisaje y éste da vueltas para todos lados, de la misma manera que los pensamientos mismos.
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Texto agregado el 05-12-2007, y leído por 149
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