Pronto, en cierto momento inesperado, aparecerá un cambio fuerte en una manera de percibir los acontecimientos. En
el instante en el que ocurra el cambio debe mantenerse sereno, pretendiendo ser un árbol si se desea, o si es de su preferencia, puede caracterizar la nada. Solo séalo decididamente.
En ese punto ocurre el nacimiento, la muerte. La felicidad, el tiempo, la conciencia. La magia abundante, el regocijo de no ser sólido. Fundido en la unidad del todo. Sorprendido y atento,
siendo esencia.
Tribunal de la conciencia, retazo de tela que visten los gritos. Ahora, sin ser nadie. Pero cuánto se sabe de eso
Con solo palabras, abras más palabras, habrás creado nudos con hilos para desenredar redes.
Océanos de incertidumbre y ambigüedad, coloreados con símbolos de significación.
Términos, conceptos, nada más, nada tangible.
Quiero un instante de música
Una mirada al mar, con los pies en la arena.
Sin palabras.
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