Recuerdo aquella vez, con mi padre, en el centro. Estaba tan contento, tal vez porqué era la primera vez en ocho meses que salía con él y su uniforme. Lo recuerdo bien, esa expresión de fría seriedad que solo se disolvía cuando mamá y yo nos sentábamos a comer y él nos contaba de sus experiencias. Tal vez por eso me decidí a seguir sus pasos y opté por el Colegio Militar.
Cuando pienso que en realidad yo era feliz, tenía el respeto que siempre había querido, capacidad para afrontar los problemas más traumáticos; pensar que todo lo perdí después de eso...
Me dan ganas de subir, de volver el tiempo atrás, treinta y dos años atrás, para elegir bien. Pero no puedo, está hecho y creo que fue una de las razones por las que ahora esté aquí. Aunque en realidad no sé por qué lo hice... o sí... no sé, la verdad es que tengo dudas, pero no puedo volver porque arriba me espera mi pasado.
Tan sólo penasarlo me dan ganas de quitarme la vida... todas esas personas... y yo, ... y yo accedí..., oh Dios, que se acabe rápido esto. Pero no me lo merezco, por que tan por mi maldita carrera y ese maldito oficial, las malditas picanas... los tiros en los pies... todo eso...; ¡ohhhh!, desearía no solo morir, sino encontrar en el infierno a aquella rata... "soldado esta es una guerra y usted se entrenó para eso ¿no?, ¿o los sobresalientes en el colegio eran de una niña estudiosa?, ¿porqué me desilusiona?, creí grandes cosas de usted..., una carrera como la de su padre, ¿o acaso el también fue una niñita de libros?, ¡RESPONDA!...; ah, bien, espero que siga así y me demuestre ser un soldado". Maldito gusano, ojalá se te quemen las patas allá abajo.
Vaya..., ¿qué piso será este?..., el tercero tal vez o..., sí el cuarto. ¿Porqué habré recordado todo esto?, ¿porqué me estaré sintiendo así?, quizás estoy viviendo lo que sintieron los del avión, los que cyeron al mar.
Aunque ahora que lo piensso, podría haber ayudado declarando, tratando de descubrir a los culpables como aquel oficial, o aclarando todo..., contándolo todo, aunque mi vida corriera peligro, no importa..., moriría en paz..., pero no puedo subir.
Supongo que los que se tiran desde el octavo piensan lo mismo. Más aún cuando están a unos metros del piso. Sólo me resta cerrar los ojos..., pensar en aquella canción... y gritar lo más fuerte que pueda...
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PERDÓN. |