Noviembre 16 1895


"Alfredo el visionario, Alfredo el Adivino"


Son las 1 de la mañana y no puedo dormir...repican en mi cabeza las palabras de Alfredo cuando nos peleamos...


"Este desgraciado nos quiere separar Catalina,..Tengo el presentimiento"


Este día empezó como cualquier otro, pero esta vez con muletas , desayune en el comedor con mis padres, después subí a la pieza , me puse a leer y de repente escuche murmullos en el living. No le tome la mayor atención, porque es habitual tener visitas que llegan a cualquier hora, parece plaza publica esta casa, a pesar de estar enclavada en lo alto de "Cerro Castillo".


Seguí leyendo cuando golpearon la puerta, hice pasar a los que golpeaban y cual no seria mi sorpresa al ver entrar detrás de mi madre a Doña Victoria Subercaseaux, hermana de Ramón que venia de visita a la zona.


-Mira Catita quien vino a vernos!


-Hola mi amor! como estas? te sientes mejor? Tu madre me acaba de contar lo que sucedió.


-Buenos días Doña Victoria. Si , estoy mejor, ahora al menos camino, con muletas pero algo es algo, el brazo sigue igual pero bueno, es cosa de tiempo para que mejore.


-Que bien, me había preocupado, mira que te vengan a taclear a ti, que eres una niña tan delicada y linda!


-Gracias.- le dije sonriéndole con rubor en las mejillas.

-Quieres algo Victoria?. Me las doy de tan buena anfitriona y no te había ofrecido nada!

-Un tecito podría ser?

-Ya, y tu Catita, quieres algo?

-No, nada mamá, gracias.

Y nos dejo solas en la pieza....porque lo hizo!!!???


A segundo de que mi mamá abandono la pieza, el semblante de Doña Victoria paso de placido a preocupada y perseguida.


-Catalina, tengo que entregarte algo....pero no lo abras hasta que me vaya por favor. Es importante que lo leas con atención y que mandes respuesta. Por favor no ignores esta carta, te lo pido encarecidamente, quieres?


-Y de que trata? quien la mando? por que es tan importante?.-le pregunte confundida y asustada.


-Es de Ramón...- dijo seriamente


La mire con una expresión desencajada y de sorpresa. Que diablos quería conmigo Ramon Subercaseaux?!


-Es algo serio Catalina. Si bien no se el contenido exacto de la misiva, algo me adelanto en la carta que me envió con las indicaciones de entrega. Por favor, no lo tomes como algo poco serio, el tono de las palabras de mi hermano me ha preocupado.


-No entiendo nada pero si usted dice que es algo importante, le tomare extra atención y responderé la carta, no se preocupe.

-Gracias Catita, ahora esconde el sobre que viene tu mamá.

Lo puse rápidamente bajo de mi almohada y nos pusimos a hablar de nimiedades para disimular. Mi cabeza estaba toda revuelta, pensando en el contenido de aquel maldito sobre. Que asunto tan importante tenia Ramón que comunicarme?

Después de un rato de cháchara de adultos, Doña Victoria partió hacia la casa que tiene acá en la zona, no sin antes volver a pedirme encarecidamente que leyese con atención la carta de su hermano.

-Acuérdate Catalina en lo que quedamos, cualquier cosa, puedes contar conmigo, ya? Cuídate, estaremos en contacto.

Se fue acompañada de mi madre y quede sola en la pieza, apretando el cobertor de cama y pensando en el sobre.


Me costo millones abrirlo. Lo miraba, le daba vueltas, incluso lo olí para ver si quedaban vestigios del perfume de Ramón. Hasta que al final me decidí y lo abrí....


Leí el contenido con atención, y te juro, querido diario, que jamás, ni en mi fantasía mas loca con el, me había imaginado que escribiría semejantes cosas:

"Catalina:

Puedo imaginar tu sorpresa al recibir esta carta, pero sentí la necesidad imperiosa de derramar los sentimientos que me aprietan el pecho en esta misiva. No sabes lo trastornado que he estado desde aquella noche en la cual hice un increíble descubrimiento: El de la Catalina mujer, el de la Catalina seductora, el de la Catalina perturbadora. El perfume de tu piel, la miel de tus labios y la caricia de tus manos me ha dejado encadenado a un sentimiento que me mata cada día un poco, que me enciende la imaginación y me deja idiotizado.

Por favor, niña mía, no tomes esto como tontería de un hombre maduro que ha caído embobado ante la belleza y juventud de una mujer excepcional, lo que siento es real, puro y me envenena el alma, por la distancia , la diferencia de edad y las cadenas que me amarran y que me separan de ti.

De seguro creerás, después de las noticias que han llegado acerca de el estado de Amalia, que todo lo que te acabo de decir son mentiras de un individuo que solo trata de engatusarte, pero quiero que sepas algo Catalina,...Esa noche le he hecho el amor pensando en ti.

Por favor, adorada mía, hazme saber tus sentimientos, los cuales se que existen en ti, ya que en aquella noche, he visto en tus ojos la chispa del deseo.

Te acaricia y besa en sueños

R.S.V

PD: Si has de responderme (por favor...Te pido con el corazón en la mano que lo hagas), hazlo enviando la carta donde Victoria, ella la enviara a Italia y yo haré lo mismo, ella será nuestra intermediaria. No quiero exponerte a nada desagradable, Catalina mia"


Que diablos era todo eso!!

Quede sentada en la cama, mirando por la ventana, con el cerebro hecho puré. Alfredo tenia razón, Ramón seria la "manzana de la discordia" entre nosotros. La carta lo único que hizo fue agrandar la pasión que siento por el y odiarlo, por tratar de separarme de el hombre que yo amo.

Pase lo que quedo de mañana en mi pieza, mirando por la ventana e imaginando a este individuo escribiendo aquella carta para mí, mientras su mujer escribía a sus amistades sobre lo feliz que estaban todos por su embarazo, en especial su marido. Que desgraciado!!, hacerle el amor pensando en otra y mas encima escribirle a esta confesándole su amor mientras aun se celebra el futuro nacimiento de su hijo! . Me causo risa y pena, risas porque pensaba en la idiota de Amalia jurando que su esposo piensa solamente en ella y pena por el pobre bebé que viene en camino, que no tiene culpa alguna de ser hijo de un desgraciado y de una pobre tonta.

Entonces pensé en Alfredo y se borro la sonrisa de mis labios, pesque la carta, la metí entre unas enciclopedias al fondo de un baúl y decidí olvidarla por un tiempo. Alfredo es el hombre que amo, Ramón, solo una pasión lujuriosa de adolescente, que de ningún modo pasaría a algo mas serio.

Me metí al baño con mucha dificultad, llene la tina y me metí en ella, con ropa y todo, queriendo ahogarme por el enredo que tenia en la cabeza.


Estaba tratando de ahogarme, cuando Alfredo entro a mi pieza, y al no encontrarme ahí y ver la puerta abierta del baño , entro despacio. Me encontro vestida, hundida en el agua y mirando al infinito.

-Cata, que te pasa?

Me sobresalte, lo mire con los ojos llenos de lagrimas y le dije:

-Alfredo!!! Ven...Abrázame, no me dejes nunca ya?. Que no sea ese imbesil de Subercaseaux que nos separe. Ven mi amor! discúlpame!

-Ayy Catita! no tengo nada que disculparte, mis celos fueron excesivos por algo totalmente idiota y fuera de lugar...imagínate!! Subercaseaux podría ser tu padre!.- dijo entre risas.

-Si mi amor, ves? El solo fue una fantasía de niñita solitaria, ahora, te tengo a ti que eres maravilloso! .Nunca mas pelearemos por idioteces como estas...Ya?

-Si Catita, nunca mas.

Nos fundimos en un abrazo fuertísimo. Alfredo apretaba los ojos y sonreía, mientras yo, tenia la mirada fija en la nada, escuchando una y otra vez en mi cabeza las palabras de Ramón, las que aun, a las 2 de la mañana me atormentan:

"Le he hecho el amor pensando en ti"