Especular, ángel de Dios,
velo de olvido,
llanto del Hombre, flor de luz,
eres poesía que embriaga el camino.
Danzas con la muerte en su antigua oscuridad.
Frente a nuestras miradas enfermas de rabia
y ciegas tu nombre en el caos y en la guerra.
Eres el polvo que aligera el cansancio,
la confesión forzada contenida en el pan y el vino.
Eres un resplandor,
una guitarra, un desvelo;
eres el cáliz de la sangre
que todo lo abate con la palabra divina
y bautizas el cielo, la lluvia, el canto.
Descubro tu rostro y me devuelves
la sed, el aceite, el trigo en mis ojos cafés.
Oh liberación profana,
Cristo regenerado,
encarnas tu signo en esta pluma,
caudal que no cesa, no hace mucho tiempo.
Lady López, 2007.
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