Mi papá nos abandonó ¿sabes? Somos cinco hermanos. Cuando nació la más chiquita él se fue. Mi mamá tuvo que trabajar mucho más para criarnos y de cualquier manera no pudo hacer frente a todo y tuvimos que ir a casa de una tía que nos había ofrecido una piecita del fondo.
Allí fuimos,éramos pobres, comíamos poco, pasábamos frio, pero estábamos juntos.
Un día alguien me propuso hacer un robo. Había buena plata y lo hicimos. Nos fue bien. En el reparto, por ser novato me tocó menos que a los otros pero era bastante.
Esa noche llegué a casa y le dije a la vieja que había hecho una changa en un camión de reparto y la vieja me creyó. No dormí en toda la noche pensando en lo que había hecho. Porque te juro que tuve mucho miedo.
Al otro día no vi a los muchachos pero a los tres días uno de ellos vino a buscarme y le dije a mamá que tenía otra changa. Y la vieja, pobre inocente le agradeció a mi amigo por haberme dado la changa.
En ese robo pasé mucho más miedo porque esta vuelta llevamos un arma. Por las dudas... dijo el que nos mandaba.
Todo salió bien y esta vez me dio mi buena ganancia. Así que me pude quedar con algo de dinero. Le dí a la vieja y todavía le compré zapatos usados a los dos más chiquitos.
Así seguí porque los robos se hacían con más frecuencia. Y así mis hermanas tenían túnicas nuevas. A los varones no les hacía falta porque las de ellos todavía estaban bien. Ahora todos teníamos zapatos o championes usados, hasta la vieja. Algún que otro abriguito, y había en la casa lo necesario para comer: harina, fideos, aceite, yerba, azúcar, arroz, leche, pan y verduras para los guisitos carreros que hacía la vieja.
Por eso hice todos esos robos, por mamá, para ayudarla y para vestir y calzar a mis hermanos.
Y bueno, me agarraron. Y aquí estoy. No sé lo que será de mí después de acá. ¿Cómo voy a trabajar? Está todo trillado. Pedir en el ómnibus o vender. ¿Manguear en la calle? Alguien te ve con unos pesitos y te pegan una paliza o te dan un corte para quitártelos.
Y con diez años,¿dónde voy a trabajar? |