| Era su esencia la que me mortificaba,el perfume de su piel delicada el
 que me conquistaba,
 el aroma de su sutil cabello
 el que me enredaba
 entre sus negros hilos
 que tanto brillaban,
 eran sus ojos como mieles
 que endulzaban mi mirada
 y muy fácil me dominaba
 con sus precioso labios
 cuando me besaba.
 
 Era su sonrisa enamorada la que me encantaba,
 era su lujurioso cuerpo
 el que despertaba en mí,
 una pasión desenfrenada,
 era su imagen la que complicaba
 mi pensamiento
 cada vez que la recordaba.
 
 Sus frágiles pisadas
 dejaban huellas en mi corazón
 cada vez que sobre la arena caminaba
 y viendo el movimiento de sus caderas
 mi corazón se aceleraba
 con su silueta que brillaba
 bajo la luz del sol que desesperaba
 a mis manos por deslizar
 mis caricias en todo ese contorno
 que se proyectaba en mis deseos
 de que fuera amada por los sentimientos
 que en mí se encontraban,
 protegiendo su sombra
 de la selva que arañaba,
 la ilusión que de mí no se alejaba.
 
 Era su aliento
 el que en cada palabra que pronunciaba
 me envolvía entre su aroma de rosas
 que enamoraba más a mi corazón
 de esa su espectacular figura de mujer
 y corazón de piel,
 eran sus pensamientos y su ser
 los que me tomaban con todo su poder,
 un hermoso ángel en el que no dejo de creer.
 
 Era ella, simplemente ella,
 era el recuerdo de su aroma y esencia,
 ese que marcó mi alma y sello mi cuerpo.
 es el recuerdo de su aroma y esencia
 el que tengo tan presente,
 la tristeza de no volver a tenerte
 y la alegría de haber sido tuyo,
 completamente tuyo,
 una imagen que no se borra de mi mente,
 una cicatriz en mi piel
 que al verla me eriza,
 una huella en mi corazón.
 
 Su recuerdo, dulce alegría.
 hoy sólo me pregunto
 ¿cuándo podré olvidar
 el recuerdo de su aroman,
 de su esencia,
 su figura de mujer perfecta,
 su rostro de diosa,
 su melodiosa voz,
 su mirada fija, dulce y amorosa?
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