Agosto 12 1899....El miraba por la proa del barco, tratando de avistar algo de tierra. Nada veía, agua y mas agua. Domenico se apoyaba y daba una ojeada hacia abajo, viendo como el mar pegaba contra el casco del barco, levantaba la cabeza y cerraba los ojos imaginando como seria su vida en América. Trabajaría como burro, de noche y de día para mandarle dinero a su madre y hermanas, también para tener un buen pasar. Su amigo Cipriano ya se había "Hecho la América" trabajando como estibador y el le había dado el dato.
-Trabajo seguro, buena paga, mujeres bellas y buena bohemia, que mas quieres amico?
A la semana después de recibida aquella carta, Domenico Borghetti ,partió de su pueblito en Sicilia, hacia la "tierra prometida" de la que le hablaba su amigo, el puerto de Valparaíso, dejando atrás a su anciana madre y sus dos hermanas menores, Luisa y Ángela.
Le preocupaba de sobremanera dejar a aquellas 3 mujeres solas e indefensas, pero su madre lo presiono para que partiese e iniciara su propio rumbo.
- Figlio, somos mujeres adultas y sabemos cuidarnos solas. Se te presenta una excelente oportunidad de surgir y crecer en tierra extranjera. Por favor, no tires tus ilusiones y proyectos a la basura por nosotras, estaremos bien.
Con el corazón en la mano, se embarco en la tercera clase de un barco que partía hacia América, y apretando a la única familia que le quedaba dijo:
-Volveré pronto, con mucho dinero y las haré reina y princesas. Giuro!
Se despidió de ellas a lo lejos, mientras el barco marchaba, viendo con impotencia como las 3 mujeres se deshacían en llanto. Le dolía el corazón, pero tenia un buen presentimiento apretado en el pecho. De que algo bueno ocurriría el Chile. Se encomendó a San Tomas de Aquino y rezo para que el porvenir que le esperase en aquella tierra extraña, fuese bueno y beneficioso para el y su familia.
Fin Capitulo I |