iEl cielo se torna rojo,
Como el ladrillo,
Que entona su dureza abismal.
Los acordes de los monasterios ocultos,
Los cobardes,
Que se hacen ver,
En la misma noche pintada.
Los aullidos de las bestias,
Los gemidos de las hadas
Mientras mueren,en astas de madera.
Polen y flores,
Alma y hombres.
Rescate de lo perdido al gentío,
A las voces de mi dormitorio,
Rescate del olvido una sola cosa,
La perversa ansia,
La pureza de la necesidad,
De no poder evitarlo.
La suerte,
Es un mercader que vende sueños,
Los trozos rotos,
Esos fragmentos
Que se olvidan,vuelven,
Convertidos en palabras,.
Hablar y vereis la obra hecha,
La variedad de los signos,
La singularidad de la lengua,
El contenido de su simpleza,
La rudimentariedad de la lengua,
Esta reflejada en nuestros actos,
En la notoriedad,
Con la que sonamos en el mundo,
Con la vibración que desprendemos,
Yo digo,viva el mundo.
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