1. El Roxy
Telarañas en los rincones y butacas desvencijadas.
Agujeros en la alfombra y mugre en el telón.
Vidrios rotos y candados oxidados.
Y en la oscuridad de la sala, nosotros, espectros del pasado, vagando del pullman a la platea, de la boletería al depósito, del vestíbulo a la cabina.
Pero cuando el vetusto proyector se pone en funcionamiento y en la pianola suenan algunas notas desafinadas, alcanzamos algo de paz. Sentados en primera fila, mientras se lo ve a Nosferatu, pálido y ojeroso, caer fulminado por los primeros rayos de sol, entrelazamos nuestras manos huesudas e, inútilmente, intentamos sacar una lágrima de las orbitas vacías.


2. Al pie de la letra
Abrían grande los ojos en cada tiroteo; y a pesar de sus cuerpos estremecidos de miedo con las bombas de napalm y el ahogo por el llanto cuando la sangre y los muertos inundaban la pantalla, no podían dejar de mirar.
Era la intención del cura revolucionario aleccionarlos y que tomaran conciencia de la brutalidad imperialista.
Pero ahora, que le han pintarrajeado la cara, lo han puesto en cueros adorándolo como un dios, piensa que los integrantes de esa tribu perdida del Amazonas han sido espectadores excesivamente receptivos de la formidable obra de Coppola.