Entre vegetar y levantar la voz,
era el título de...
Para mí tiene un significado
infantil,
por que sí que obedecí
en no levantar la voz.
Sólo que hoy,
quiero que sea de otra manera.
Mis conflictos emocionales,
esos que siempre digo que no existen,
o no sentía,
la poesía que despreciaba,
la desnudez,
me hace sentir el frío.
Me duele por todas partes,
como esas agujetas,
justificadas,
de la juventud.
Me duele la cabeza, nada normal,
el estómago,
¿por qué siempre noto (notamos, creo)
esa punción en el estómago,
o donde sea, por ahí,
cuando decimos el corazón?
El corazón no duele.
El Corazón, me dobla por el estómago.
Literalmente.
Marina, mi primer amor,
me dejaba sin habla ni respiración,
bajando por las escaleras, ella,
mientras yo subía,
sin fuerzas siquiera para
cerrar la boca,
ni tiempo para,
controlar ese vacío mareante,
en la "boca" del estómago.
Paralizante.
Su voz,
siempre segura,
desde varios escalones de ventaja,
apabullan aún.
Sus ojos,
brillantes, eran una mezcla de deseo,
y dominio.
Su corazón,
no lo sé.
Sospecho...
Marina... qué nombre tan sugerente, y tan poco adecuado para esa voz ronca,
que yo adoraba igual, porque era la suya,
He colgado estas cosas,
que pasan por poemas,
y que serán útiles a alguien,
por eso las publico.
Mi vanidad es casi nula,
pero su "femineidad",
que no entiendo,
pero adoro,
de forma irracional,
han fabricado estos poemas,
yo nunca los he querido llamar así.
Me basta con que sean,
de alguna forma,
útiles,
para quien los pueda apreciar, y usar.
Y me devuelve,
sobretodo,
silencios.
Y luego me habla de...
Si no has creído, no me has creído,
otras veces,
permíteme que use la misma técnica.
Con los datos completos, podrás
juzgar.
Y entender en parte por qué faltan palabras,
líneas y frases.
Reniego en esto de mi sincera inocencia,
por no haber denunciado,
y permitido que pasaran cosas que podían ser evitables.
En lugar de poner el corazón en venta,
y luego llorar porque nadie viene a buscarlo.
Cogeré de aquí y de allá,
hasta que no se entienda nada.
¿Eso es poesía?
¡Qué se yo!
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