Paisaje constante, ventana y balcón.
En verano luce florido mi árbol,
aquellos canteros repletos de flores
de esta calle amada y recorrida siempre
en cada detalle, llegando a la plaza.
Y veo la gente de todos los días,
comienza la vida en mi buena calle.
La niña de enfrente sale con su bolsa.
Escucho sus ruidos, me son familiares,
y esos personajes que no me conocen
y sólo me observan distraídos pasar,
forman mI contorno, mi ser cotidiano
y a veces los amo, sólo porque están...